Controles de carretera: éstas son las multas en el estado de alarma
La vulneración del confinamiento decretado por el Gobierno con el estado de alarma será punible con sanciones de 100 a 600.000 euros, así como sentencias de un año de prisión. Los miembros del Ejército desplegados sobre el terreno tendrán carácter de agentes de la autoridad, lo que implica que podrán dar órdenes y multar a los ciudadanos en caso de que se produzca un escenario que estimen incorrecto.
La crisis del coronavirus ha obligado a restringir el uso de la vía pública en España, quedando prohibidos todos los desplazamientos que no se ajusten a los ocho casos descritos por el Ejecutivo. Las carreteras siguen abiertas, pero sólo pueden usarse en esos supuestos. El Ministerio del Interior podrá acordar su cierre por razones de salud pública, seguridad o fluidez del tráfico.
Eso significa que los ciudadanos podrán ser interpelados por agentes de la autoridad en caso de salir de sus domicilios. De hecho, ya han comenzado las primeras patrullas urbanas en las grandes ciudades. También se han iniciado los primeros controles en las carreteras, donde las fuerzas del orden pueden dar el alto a vehículos para comprobar los motivos de su desplazamiento.
Los ciudadanos se enfrentan a multas de entre 100 y 600 euros por retirar vallas o precintos, de hasta 30.000 euros por no identificarse ante un agente, por desobediencia o resistencia, o de hasta 60.000 euros en caso de practicar conductas que pongan en grave riesgo la salud de la población. El montante puede escalar vertiginosamente hasta los 600.000 euros en caso de incumplir de forma reiterada los requerimientos de la autoridad.
En alusión a las penas de cárcel, se puede castigar con entre tres meses y un año de cárcel a las personas que se resistan o desobedezcan gravemente a los agentes de la autoridad.
El estado de alarma se decretó anoche con la publicación en el BOE del Real Decreto redactado por el Consejo de Ministros. Permanecerá activo un mínimo de dos semanas, pero se puede prorrogar en caso de que se estime que se precisa más tiempo para controlar la crisis sanitaria.
Aquellos usuarios que hagan uso de las carreteras comprobarán que las gasolineras seguirán abiertas a pesar del periodo de excepcionalidad, en tanto que ofrecen un servicio esencial a la población. Los centros de reparación y mantenimiento de vehículos interpretan que también podrán actuar con normalidad, a pesar de que cadenas como Norauto o Feu Vert han anunciado que cerrarán y que aún están pendientes de la última ratificación de la autoridad competente para saber cómo proceder.
