Lucas Cruz espera un Dakar duro y de navegación complicada
Hace años, cuando la navegación tuvo gran importancia en el Dakar y la prueba se jugaba en los espacios abiertos, como será este año en el 'Empty Quarter', algunos pilotos de punta no dudaron en fichar a navegantes transoceánicos para que hicieran de copilotos; se navegaba a base de brújula y compás porque el GPS no existía
Más adelante, Peugeot y Citroën concentraban a los copilotos más de una semana en su cuartel general para que con la ayuda de mapas muy detallados y fotos compradas a la NASA intentaran detallar los puntos clave del recorrido. Dicen que no sólo donde estaban los controles de paso, sino también la forma de evitar los puntos más conflictivos y eventualmente encontrar atajos.
Cuando los 'roadbooks' se entregaban con antelación, los 'copis' los llevaban de notas, usaban un código de colores para identificar los puntos de peligro, los lugares donde debían tomarse nuevas direcciones o eran susceptibles de errores. Los grandes equipos tenían un navegante que buscaba las 'pegas' del día siguiente para informar a los copilotos.
Hoy, el roadbook se entrega minutos antes de la salida de cada paricipante, en forma de programa para tablet. Al copi corresponde interpretarlos de la forma idónea. Pero son pocos los que se resisten a intentar adivinar lo que viene, aunque sea recurriendo a Google Maps. Ello, y las experiencias anteriores, les sirven para tener una aproximación a las dificultades de la etapa… aunque luego el desierto siempre reserva sus sorpresas.
Lucas Cruz, el copi de Carlos Sainz, ha analizado a fondo el recorrido de la presente edición y ha sacado una conclusión: "Nos espera un Dakar muy duro".
Para Lucas, el Empty Quarter es un tanto territorio desconocido, al que sólo se acercaron anteriormente, pero que este año será la clave de la prueba. En conjunto, valora la prueba como "un verdadero test de resistencia en el desierto, con zonas estrechas y pedregosas, y un sinfín de dunas en el Empty Quarter", un desierto prácticamente inexplorado e inhabitado donde solo hay arena. Y donde, además, tendrá lugar la etapa maratón, esa noche que a los pilotos se les hace muy larga porque deben reparar y preparar ellos mismos los coches.
"Para empezar, tendremos una primera semana de carrera dura, con especiales muy largas, más de 400 kilómetros de media, hasta Riad, donde se celebrará la jornada de descanso", comienza diciendo.
Para él, la tercera etapa supondrá la primera criba. "Será un recorrido de montaña, estrecho. Va a ser complicado para el paso de coches anchos. Adelantar a otros vehículos será muy difícil, y por ende se reducirá mucho la visibilidad debido al polvo que levantarán. Además, en este tramo pedregoso existe un alto riesgo de pinchazo", señala. Una etapa en la que salir delante puede ser importante.
Pero la segunda parte, tras la etapa de descanso, será más difícil todavía. "Afrontaremos una etapa muy larga, con casi 700 kilómetros; y luego vendrán los tres días en la zona del Empty Quarter, que van a resultar clave. Allí las etapas no serán tan largas, pero tendremos mucha arena y tramos lentos que reducirán la velocidad. Por ello habrá que plantear una estrategia para estas especiales, porque salir delante nos puede penalizar mucho. Va a ser importante mostrarse estables y plantear estas jornadas de otra manera", ha señalado Lucas.
Y sobre todo pone el énfasis en que la navegación será, sin duda, complicada, hasta el punto de ser todavía más decisiva que el pasado año. "La navegación se ha complicado, pero confío en que sea una navegación 'lógica' y que el equipo de piloto/copiloto con el coche más fiable, quien se muestre más rápido e interprete mejor la navegación, sea el que gane la carrera", reflexiona Lucas. El pasado año hubo algunos problemas de interpretación que costaron muchos disgustos. Para este año las reglas de navegación han sufrido algunas actualizaciones
