Un Lamborghini Gallardo arde en Seattle
Seattle, Estados Unidos. La sede del ‘grunge’, el estilo musical que vio a Nirvana como máximo exponente. Y el lugar donde otro deportivo de ensueño es devorado por las llamas, en este caso un Lamborghini Gallardo.
El Gallardo apareció en el año 2003, y estuvo diez años en producción, hasta llegar a las 14.000 unidades producidas. Con un motor V10 de 5.0 litros, su potencia alcanzaba los 500 caballos redondos. Su estética, obra de Giugiaro, todavía es de lo más elegante que se puede encontrar en toda la producción de la marca.
Pero eso no fue suficiente para evitar el fuego. El coche circulaba por el centro de la ciudad, y como vemos en el vídeo, se para en un semáforo. En un primer momento, el conductor parece querer apagarlo con una botella de agua o un pequeño extintor, pero no consigue nada.
Desesperadamente, las llamas crecen. Con un extintor más grande, el conductor vuelve a intentar frenar las llamas, pero curiosamente da la sensación de que las aviva todavía más. El fuego es ya imparable, y algunas explosiones no hacen sino hacer crecer todavía más el fuego.
Hasta que a los cinco minutos llegan los bomberos, y se encargan de apagarlo. Rápidos en la llegada y en su trabajo, para ser sinceros. El problema es que los daños en el motor deben de ser severos, y visto el volumen de las llamas, obviamente la carrocería, pero quizás también algún punto del chasis.
¿Será recuperable? Es muy posible, pero previo aligeramiento del bolsillo del propietario. Demasiados incendios últimamente con algunos Lambo. Ni que fueran las Fallas de Valencia.
