La extraordinaria evolución del Mercedes-Benz Clase A en 20 años
Corría el año 1997. Mientras Daimler comenzada a negociar una fusión con Chrysler que nunca llegó a ser entre iguales, la prestigiosa firma de la estrella se aventuraba en nuevo segmento, muy alejado del target de Mercedes-Benz por aquel entonces. Nacía el Clase A, el modelo más pequeño de la gama germana y con un claro estilo urbano que contrastaba de una forma casi estridente con el resto de su oferta, entre la que sólo podíamos encontrar berlinas o deportivos de alta gama y un flamante todoterreno. Sin embargo, los tiempos han cambiado, y lo que en un principio se consideró una herejía, hoy se trata de un caso de éxito sin paragón en la industria automovilística.
El Clase A no fue el primer experimento de Mercedes en la categoría de los utilitarios compactos, aunque se podría decir que sus primeras dos generaciones parecían más monovolúmenes pequeños y poco atléticos, en contraposición de sus últimas dos evoluciones. Bautizado como Schulz 190E 2.6 City –por el apellido de su creador–, esta anecdótica variante recortada del Mercedes W201, que ya se había presentado en 1982 como un modelo 'asequible' y que llegó a apodarse "baby-benz" hasta la llegada del primer Clase C, aterrizó ocho años más tarde entre los proyectos de la compañía de Stuttgart, si bien nunca llegó a incorporarse a su formación de vehículos.
