En Londres imparten cursos de conducción para futbolistas

Futbolistas como Cristiano Ronado o Karim Benzema sienten pasión por los superdeportivos y tienen varios en sus garajes, pero en ocasiones también son protagonistas de incidentes. El mismo Cristiano estrelló un Ferrari 599 Fiorano en un túnel de Manchester, en 2009. Eso cuesta mucho dinero a los seguros, pero también mantiene en vilo a los equipos, que temen que sus figuras se lastimen.

Es cierto que el problema no atañe sólo a los futbolistas. Cada día las redes sociales muestran algún superdeportivo hecho añicos en un accidente, en algunos casos nada más salir del concesionario, a los pocos kilómetros o las pocas horas. Sus potencias y prestaciones están por encima de lo que la mayor parte de conductores son capaces de dominar cuando éstos intentan disfrutar del aparato.

Owen puede dar fe de todo ello. No sólo vende, nuevos y de ocasión, coches de gran lujo de Ferrari, Bentley, Bugatti, Rolls o Lamborghini, sino que tiene una treintena de puntos de venta y asistencia.

Ivan Thompsett, que dirige esta escuela que imparta cursos personalizados, explica a la revista especializada Argus, que "la mayor parte de ellos ni siquiera miran el manual de instrucciones, donde se explican algunas cosas sobre el comportamiento del coche. También sobrevaloran sus dotes al volante".

Pero en el caso de los futbolistas explica que "tienen una cualidad común todos ellos: logran observar en todo momento lo que sucede a su alrededor. Posiblemente sea un hábito, puesto que durante un partido deben monitorizar constantemente la posición de adversarios y compañeros".

Son muchos los jugadores de la Premier que han pasado por estos cursillos, así como de otras ligas, aunque HR Owen mantiene confidencialidad sobre los nombres.