CARLOS SAINZ

El taller de Carlos Sainz: el piloto a través de tres de sus coches

16/10/2020 09:04

Una exposición cuenta la exitosa trayectoria de Carlos Sainz, Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2020, a través de tres de sus coches. El Seat Panda 45 Grupo 2, el Toyota Celica y el Mini JCW Buggy son protagonistas de la muestra, bautizada como 'El Taller de Carlos Sainz'.

La organización de los Premios Princesa de Asturias se ha propuesto acercar la figura de Carlos Sainz a través de tres coches claves en su trayectoria. El Seat Panda 45 Grupo 2, el Toyota Celica y el Mini JCW Buggy forman parte de un viaje en el tiempo que cuenta la historia del piloto madrileño.

Se trata de una actividad organizada alrededor de Sainz con motivo del Premio Princesa de Asturias de los Deportes, que Sainz recibirá hoy mismo. El almacén de la antigua fábrica de armas de Oviedo está ambientado como un viejo taller al que sólo le falta el olor a gasolina.

Se trata de una oportunidad única para ver por dentro y por fuera –e incluso con heridas de guerra– algunos de los coches más importantes de la trayectoria de Sainz.

FOTOS: la exposición 'El taller de Sainz'

 

Comencemos por el principio:

Seat Panda 45 Grupo 2

© Ana Vázquez

A la entrada nos recibe, enmarcado en un taller de la época, el Seat Panda 45 Grupo 2, un coche probablemente desconocido para los aficionados más jóvenes, pero que sirve para contar los inicios del piloto.

Aunque a Carlos se le vincule con Toyota, Volkswagen, Peugeot o Mini, lo cierto es que sus comienzos estuvieron marcados por Renault y Seat. Su primer rally lo disputó en 1980, con 18 años recién cumplidos, con un Renault 5 TS.

En 1981, Sainz y Juanjo Lacalle, que por aquel entonces se alternaban las tareas de piloto y copiloto, se decidieron a probar suerte en la recién estrenada Copa Nacional Seat Panda. Se inscribieron en el mínimo de pruebas por falta de presupuesto, pero las ganaron todas y se llevaron la Copa. Su actuación impresionó al jefe de equipo de Seat, José Juan Pérez de Vargas, que les nombró pilotos Seat oficiales y les cedió este Panda de grupo 2 oficial.

A partir de entonces, decidieron establecer posiciones fijas: Carlos, al volante y Juanjo de copiloto. Sus actuaciones en 1982 con el Panda, de sólo 75 caballos de potencia, les valieron para empezar a ganarse fama en el panorama nacional. Ya comenzaba a verse la gran faceta de Carlos como preparador. Grandes de los rallies como Antonio Zanini ya empezaban a advertir del talento del madrileño.

 

Toyota Celica ST165

© Ana Vázquez

Se trata del coche con el que se proclamó campeón del Mundo de Rallies por primera vez en 1990. Sainz dio el salto al Mundial en 1987 de la mano de Ford, pero en 1988 su Rally de San Remo hizo despertar en Toyota el interés por él. En 1989 la marca japonesa le fichó para pilotar el Celica con Luis Moya como copiloto. El primer año fueron octavos en el Mundial.

La temporada siguiente constituiría la consagración de Sainz. Carlos llegaba líder del Mundial al mítico Rally 1.000 Lagos, donde aguantó la presión del finlandés Ari Vatanen y se convirtió en el primer piloto no nórdico en ganar esta prueba. Llegó al Rally de San Remo con tres victorias y siete podios. Un tercer puesto en esa prueba le hizo convertirse en el primer campeón de rallies español, una hazaña que repetiría en 1992 para proclamarse bicampeón del Mundial.

 

Mini JCW Buggy

© Ana Vázquez

Sainz se retiró del Mundial de Rallies de forma oficial en 2004 y dos años más tarde, se adentró en el mundo Dakar para engrandecer todavía más su leyenda. Debutó en el rally más duro del mundo con Volkswagen, marca con la que ganó su primer Dakar en 2010. Sainz volvía a hacer historia al convertirse en el único español en vencer la prueba disputada en Argentina y Chile en la categoría de coches.

Para 2015 el madrileño apostaba por una nueva marca para conquistar su segundo Dakar, Peugeot. Otro coche que cogía y hacía campeón: en 2018 lograba su segunda victoria en la 40ª edición del Dakar, la prueba más dura de Sudamérica –disputada en Perú, Bolivia y Argentina–.

El coche que cierra la exposición es el más majestuoso y el que nos lleva a la actualidad, el Mini JCW Buggy. Monstruoso, abierto para adentrarse en todos sus controles y vulnerable, con sus heridas de guerra aún recientes, como si no hubiera pasado el tiempo y estuviera recién llegado del desierto de Arabia Saudí.

Sainz fichó por Mini X-Raid a finales de 2018 y comenzó a trabajar en la puesta a punto de su nuevo 'juguete'. Todo el esfuerzo ve sus frutos en la edición 2020, disputada en Arabia Saudí, en la que consigue una nueva corona con la tercera marca diferente y se proclama vencedor de la nueva era del Dakar en Arabia Saudí.

 

La exposición la completan dos modernos simuladores a disposición del público para pilotar con el Toyota Celica en un circuito, creado para la ocasión, que recorre las calles del centro de Oviedo con el videojuego Assetto Corsa.

© Iván Martínez

Hoy es el último día para poder disfrutar de esta exposición sobre Sainz, que forma parte de las instalaciones permanentes de la FPAbrica, en la antigua fábrica de armas de Oviedo, el lugar en el que la Fundación Princesa de Asturias celebra todas las actividades en torno a los galardonados.

Carlos Sainz recibirá el Premio Principe de Asturias de los Deportes hoy a las 18:30 CEST en la ciudad de Oviedo.