El nuevo Top Gear empieza 'revuelto'
Sólo el tiempo dirá la verdad, pero el periodo comprendido entre el final del Top Gear liderado por Jeremy Clarkson y el nuevo programa que plantea Chris Evans da para escribir más de un libro. Polémicas, litigios, rumores y dudas han rodeado al nuevo Top Gear. Tanto es así que la grabación de los nuevos capítulos del carismático programa de la BBC han empezado entre una curiosidad y un ultimátum.
La curiosidad tuvo lugar en Monterey, California. El equipo de Top Gear se había desplazado a un circuito -probablemente Laguna Seca- para grabar unas tomas con el espectacular Audi R8 V10 Plus. A los mandos del vehículo alemán estaba Sabine Schmitz, que con el paso de las semanas cada vez suena con más fuerza para ocupar una plaza fija en el programa. En cualquier caso, la grabación tuvo que detenerse cuando Chris Evans se mostró indispuesto y vomitaba en una de las cunetas.
Curiosidad al margen, parece que la tensión entre Chris Evans y el equipo de producción de Top Gear es bastante alta. Según cuenta 'The Mirror', los ejecutivos de la BBC han atado demasiado en corto a Chris Evans con el objetivo de no encontrarse problemas como los que sufrió el programa con Jeremy Clarkson. El nuevo Top Gear quiere pasar la página de su anterior etapa y para ello se han propuesto limitar las propuestas creativas que pueda tener Evans. En definitiva, un programa más guionizado y con pocas cosas al azar.
Esta situación habría cabreado en sobremanera a Evans, harto de tener que lidiar con un buen número de limitaciones que antes no existian. Tanto es así que el presentador habría amenazado con abandonar el programa a pesar de llevar 6 meses en el equipo y tener un contrato de tres años. El toque de atención de Chris Evans a la BBC y al equipo de producción de Top Gear ha sido claro y parece que han abierto la mano al carismático presentador.
