El FMI se opone a la subida del impuesto al Diesel prevista por el Gobierno
El FMI ha pedido al Gobierno de España que no suba el impuesto al Diesel en 2021, una medida que el Ejecutivo había anunciado para incrementar la recaudación. El ente internacional esgrime que este sobrecoste recaería en las personas más vulnerables en un momento de recesión y crisis económica.
El Gobierno contemplaba subir el impuesto 3,80 céntimos por litro en 2021, tributando así 34,50 céntimos por litro en vez de los 30,70 actuales. Este incremento también tenía que servir para reducir la diferencia con la gasolina, que en estos momentos tiene un gravamen de 40,07 céntimos por litro.
El Ejecutivo esperaba que esta medida tuviera un impacto económico de 500 millones de euros, pero ahora el Fondo Monetario Internacional le ha pedido que aplace esta subida para no impactar en las clases sociales más vulnerables en un momento de pandemia y de incertidumbre económica.
El FMI constata que la crisis sanitaria ha extremado la "alta desigualdad" existente en la sociedad, de ahí que un incremento que "pueda tener un efecto desproporcionado sobre la población de bajos ingresos debe esperar hasta que la recuperación esté firmemente encarrilada y debe ir acompañada de un aumento del gasto efectivo para proteger a los más vulnerables".
El Fondo se posiciona así en contra de incrementar los impuestos de los combustibles fósiles. También pide más recursos para combatir la pobreza, argumentando que "en España el ratio de impuestos sobre el PIB es relativamente bajo en comparación con otros países. Hay margen de mejora fortaleciendo la recaudación del IVA, aumentando los impuestos especiales y los gravámenes ambientales y reduciendo las ineficiencias del sistema tributario".
La subida del impuesto al Diesel todavía no se había aprobado, pero estaba contemplada en los Presupuestos Generales del Estado de 2021. El Ejecutivo estimó primero que este cambio se traduciría en un sobrecoste de 36 euros para cada conductor al cabo del año, aunque el RACE aseguró más tarde que serían 57.
El Real Automóvil Club de España fue muy crítico con esta medida. "Consideramos que la aplicación de estas subidas bajo el pretexto de reducir la huella de contaminación es estéril, ya que, en una situación de crisis financiera como la actual, lo único que conseguirá es asfixiar más a los propietarios", dijo la entidad en un comunicado.
"A juicio del RACE, es injusto que el Ejecutivo cargue con cada vez más impuestos a los propietarios de un vehículo Diesel. En una situación de crisis sanitaria como la actual provocada por la covid-19, el vehículo privado es la opción más segura para la movilidad personal".
