Los coches eléctricos tendrán que informar del porcentaje de degradación de su batería

Además de informar del porcentaje de degradación de la batería se pretende imponer por ley un valor máximo de desgaste. Se puede intuir que no será admisible que una batería pierda más de un determinado porcentaje de capacidad con el paso del tiempo, aunque este último punto aún ha de definirse más claramente. Caber recordar que, mientras más se abuse de la carga rápida, más opciones hay de que la batería se degrade.

En la actualidad hay que pasar obligatoriamente por el taller para conocer el estado de la batería del coche. Con el nuevo sistema, acceder a este dato será igual de sencillo que hacerlo en cualquiera de los Smartphones actuales.

Uno de los grandes beneficiados de imponer un límite de desgaste máximo de la batería de un coche eléctrico o híbrido enchufable es el mercado de segunda mano. Actualmente la mayoría de los fabricantes garantizan sus baterías –en el caso de los puramente eléctricos– al 70% de su capacidad pasado un determinado número de años o de kilómetros de uso. ¿Quién va a querer comprar un vehículo cuya batería ofrezca la mitad de autonomía que al principio? Con la normativa actual adquirir un coche eléctrico con una edad elevada es una quimera.

El caso de los híbridos enchufables es diferente, ya que la garantía de la batería no puede darse con la misma precisión que en los eléctricos ya que su vida depende mucho más incluso de la utilización que se haga de ella. Si el cliente la carga correctamente no hay problema, pero si no la conecta a la red nunca y la recarga en marcha su vida se verá afectada negativamente.

En definitiva, igual que el coche eléctrico está en una fase muy temprana de su desarrollo y ha de mejorar en diversos campos, la normativa que lo regula también, y éste es un paso más para ello.