El BMW Z8 está de aniversario: cumple 20 años de su lanzamiento

El Z8 se presentó como prototipo en el Salón de Tokio de 1997. La versión de producción vio la luz en Frankfurt 1999 y en la primavera del 2000 llegó a los concesionarios europeos, con un precio de partida de unos 130.000 euros que se ha revalorizado por el paso del tiempo.

Se fabricaron 5.703 unidades en total, ensambladas en la planta de Múnich. Y su presencia en películas de culto como la saga James Bond o en deportes de alcance internacional contribuyeron a cimentar su popularidad, hasta convertirlo en un vehículo apreciado por los coleccionistas.

Debajo del capó escondía un motor V8 atmosférico de 4.9 litros con 400 caballos de potencia, que en su momento era el propulsor más potente de la marca. Era el mismo del BMW M5 E39, puesto a punto por la división de competición de la compañía.

Estaba asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades. Su velocidad punta estaba limitada electrónicamente a 250 kilómetros/hora, aunque sí poseía una aceleración de 0 a 100 en 4,7 segundos. Todo sobre un chasis que empleaba el aluminio para lograr un reparto de pesos del 50:50 entre los dos ejes.

Era un vehículo de tracción trasera, pero contaba con control de estabilidad y autoblocante trasero. Fue también el primer coche europeo que ofrecía de serie los neumáticos antipinchazos Runflat, que permitían recorrer hasta 140 kilómetros incluso después de sufrir un percance.

El diseñador de este vehículo fue Henrik Fisker, que para sus líneas se inspiró en el BMW 507 de 1956. Fisker sigue activo en la actualidad con Fisker Inc, su propia compañía de coches eléctricos. A principios de 2020 presentó el Fisker Ocean, un SUV con 480 kilómetros de autonomía disponible por unos 33.700 euros.