Anulada una multa de uno de los semáforos con cámara de Madrid
No es la primera vez que el sistema de semáforos con cámaras que el Ayuntamiento de Madrid utiliza en las calles de la capital es puesto en duda. En este aspecto, la sentencia de un juez ha anulado la multa impuesta a una automovilista que fue fotografiada al saltarse un semáforo presuntamente en rojo el pasado mes de enero. Esta sentencia, que invalida la multa al considerar que el sistema presenta una grave falta de garantía jurídica y también problemas de fiabilidad causa jurisprudencia.
La sentencia emitida por el juez del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 23 de Madrid pauta la anulación de la multa de 200 y cancela el expediente de retirada de cuatro puntos del carné de conducir de un automovilista que fue sancionado el pasado mes de enero tras saltarse, supuestamente, un semáforo en el barrio de Argüelles, concretamente en el cruce entre las calles de Cea Bermúdez y Vallehermoso. El semáforo con cámara en cuestión es uno de los últimos quince dispositivos instalados por el Ayuntamiento de Madrid.
La defensa que ha llevado a cabo Automovilistas Europeos Asociados (AEA) se ha basado en demostrar la falta de fiabilidad del sistema ‘rojo-foto’ en el que se basan los semáforos con cámara instalados por el Ayuntamiento, poniendo también en duda la falta de garantías jurídicas. Una defensa que ha seguido los pasos de un caso que se dirimió en el Tribunal Supremo en 2015 y que anuló otra sanción ya que el dispositivo debe estar sujeto a control metrológico, o lo que es lo mismo, deben tener un certificado de precisión.
Si en este caso se ha recurrido a la no compulsada fiabilidad del dispositivo, hace apenas unos meses se dio un caso similar en el que un conductor evitó una multa de 200 euros y cuatro puntos del carné a pesar de ser completamente palpable que se había saltado el semáforo en rojo. En este caso, el juez anuló la multa al entender que el sistema ‘rojo-foto’ no sólo debe mostrar la infracción del usuario, sino que debe quedar demostrado que el conductor se puede detener en condiciones de seguridad para él mismo y el resto de vehículos y viandantes.
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