Reportaje

Crónica Jarama Classic 2019: Eduardo Barreiros en el recuerdo

19/06/2019 09:09

Emocionante cuarta edición la que pudimos vivir el pasado fin de semana muchos de los aficionados al motor que nos acercamos a la cuarta edición del Jarama Classic. Una cita que se ha convertido en uno de los imprescindibles en el circuito madrileño y que en 2019 tuvo su punto fuerte en el gran homenaje por el centenario del nacimiento de Eduardo Barreiros, una de los empresarios más exitosos de la historia reciente de nuestro país y clave en la industrialización y motorización de la España de mitad del siglo XX.

La Fundación Barreiros, presidida por Mariluz Barreiros, hija del fundador, realizó un despliegue impresionante para mostrar al gran público el imperio Barreiros. Para ello, trasladaron numerosos vehículos desde el museo de la fundación localizado en Villaverde. 

Unidades perfectamente restauradas como “el Abuelo”, un camión 4x4 con el que el propio Barreiros logró el primer contrato del ejército portugués o numerosos Simca 1000 y Chrysler con motor Barreiros fueron expuestos junto a la torre de control del Jarama. Tampoco faltó el Barreiros Saeta, uno de los primeros camiones de la marca con un simpático diseño.

Por si fuera poco, en el edificio contiguo se dispuso un museo Barreiros que nadie quiso perderse. A través de un documental de media hora de duración y láminas informativas se recorría la vida y obra de un personaje excepcional.

Empezó de la nada y construyó un imperio automovilístico con más de 25.000 empleados gracias a su ingenio y tesón. Logró algo nunca antes visto: convertir los motores gasolina en diesel en 1951. Más adelante, Barreiros fabricaría el 40% de los vehículos industriales del país y también, logró el desembarco del gigante americano Chrysler en España.

A este gran acto homenaje, el Jarama Classic sumo una variada oferta de actividades, con la competición presente en cada una de ellas. Hasta cinco fueron las distintas categorías que se disputaron la victoria en pista, con un saber añejo gracias a la infinidad de automóviles clásicos que llenaban las parrillas de salida.

Las más destacadas fueron la Iberian Historic Endurance y los Grupo1 pre-1981 y el trofeo Mini. En pista se vivieron luchas espectaculares derivadas de la disparidad de vehículos y distintas potencias, como los Jaguar XJS V12 de más de 300 caballos frente a los Escort mk1 o Alfa Giulia GTA. Dominaron una vez más los Porsche 911 3.0 con vueltas rápidas por debajo de 1.50” lo que supone rodar bastante rápido en el Jarama.

La categoría Super 7 by Toyo Tyres fue sin duda la más disputada. Todos los pilotos corrian a los mandos de un Caterham Super7, con igualdad total de mecánicas y neumáticos, la pericia al volante era clave para estar delante. Esto junto a los más de 35 coches de la categoría aseguraba espectaculares inicios de carrera y duelos hasta la última vuelta.

Mientras, la prueba del South European GT4 mostraba el contraste y deleitaba a los aficionados con monturas actuales más evolucionadas. Menos ruidosos, pero mucho más rápidos y efectivos, los GT4 estuvieron representados por los incombustibles Ginetta G55 (v6 atmosférico de 380 caballos y 1.085 kg de peso) frente a los nuevos Aston Martin Vantage GT4 y Mercedes-AMG GT GT4 (ambos con motor 4.0 V8 biturbo). 

Mucho más rápidos y también silenciosos que los clásicos a escape libre, esta categoría fue la más descafeinada por los pocos participantes (10) aunque demostraron la evolución que han sufrido los coches de carreras derivados de calle. La primera carrera se saldó con una sorprendente victoria de un Ginetta tras un Safety Car provocado por el accidente de uno de los dos Aston Martin GT4.

Los daños fueron cuantiosos después de chocar contra las protecciones en Le Mans y como se puede ver en la imagen, todo el frontal y el subchasis delantero quedaron completamente destrozados. Muchos miles de euros para un coche tremendamente bello y rápido. Esto son las carreras.

El ambiente festivo que se vivió en el circuito del Jarama fue destacado a lo que ayudaron también las carpas de patrocinadores como Repsol, Gestamp o Royal Experience. En ellas los asistentes pudieron sacarse una foto con la Honda RCV de Marc Márquez, hacer drifting en Caterham Super7 o aprender los más pequeños las claves de la circulación vial en un pequeño circuito.

El desfile de vehículos Barreiros -incluidos camiones y tractores- durante las dos jornadas puso el broche de oro al IV Jarama Classic en el trazado madrileño en el que, por encima de todo, destacó el legado de don Eduardo Barreiros. Miles de clubes y aficionados apoyaron y redescubrieron la obra del genio español de la automoción.