Verstappen y Red Bull, razones para un blindaje

Está claro que ambas partes tenían interés por blindar su futuro. Para el Dr. Marko y Christian Horner, asegurarse el piloto joven con mayor talento de futuro, evitando posibles tentaciones por parte de otro equipo. Un acuerdo para constituir un binomio ganador al estilo de Michael Schumacher y Ferrari.

De otra, el piloto elude así la posible entrada en vigor de un 'techo salarial' para los pilotos. Éste no puede imponerse con efecto retroactivos, es decir, suspendiendo los contratos en vigor.

Es un movimiento similar al que Ferrari hizo a finales de 2020 con Charles Leclerc, atándolo a largo plazo y que quizás se dé pronto con la renovación de Carlos Sainz con los de Maranello, que debería estar al caer.

A los grandes equipos no se les escapa que Lewis Hamilton termina contrato con Mercedes en 2023, que el piloto ha dicho claramente que en los últimos años cada vez que termina una temporada se plantea la retirada y que a finales de 2023 tendrá ya 39 años.

Y Mercedes no se andará 'con chiquitas' a la hora de buscar al mejor piloto posible en el mercado. Si hay 'límite salarial', para eso está el papel de embajador de la marca, para eludirlo.

De esta forma, Verstappen se asegura la continuidad en un equipo que gira en torno a él de forma descarada y de paso agita el mercado porque las piezas más codiciadas como mucho tienen contrato hasta 2025, el último año en el que la F1 se regirá por las reglas técnicas actuales.

Así, esta renovación de Max tendrá efecto inmediato en las negociaciones y renegociaciones. Salvo Lando Norris, Charles Leclerc y posiblemente George Russell, todos los demás contratos vencen este año –la mayoría– o como mucho el próximo, Hamilton incluido. No es hora de correr riesgos.