El punto de marras sí cuenta y los grandes lo buscaron
Pero no. Los grandes respondieron 'presente’ y asistimos a una espectacular batalla final, que nos amenizó el día. Una batalla en la que Toto Wolff no deseaba que entrara Valtteri Bottas, pero el finés estaba en racha, confiando, sabiéndose en el mejor de todos, y no iba a renunciar a un punto que si el Campeonato va apretado puede ser decisivo. ¡No lo olvidemos, son 21 los puntos en juego!
Cuatro de los cinco primeros dieron su vuelta rápida justo al final. Y fue Valtteri Bottas el que se llevó el gato al agua. Sebastian Vettel fue el único del quinteto que no pudo defender sus opciones, ante serios problemas en las últimas vueltas, ya casi sin gomas, aparentemente. Y este asalto al punto extra se vio ya cuando se entró en las últimas diez vueltas, cuando en cabeza se apretó el ritmo.
Quizás las cosas hubieran sido algo diferentes si las diferencias entre los grupos hubieran sido mayores y hubiéramos visto las cosas evolucionar de forma diferente. En su penúltimo giro Bottas rebajó su mejor crono hasta entonces en más de un segundo, de 1'26''739 de la vuelta 42, que no rebajó por poco en la 55 –1'26''830– al 1'25''580 del giro 57, es decir 1''159, aplastando el intento de Lewis Hamilton que venía detrás de él, en casi medio segundo. Lewis buscaba aminorar la diferencia pese a un fondo plano dañado, que no le permitió batallar con su compañero.
Toto Wolff no estaba muy contento de ver a sus dos pilotos apuntarse a esta batalla, ya que parecía que habían olvidado las consignas previas. "En la reunión de la mañana, al hablar de estrategia, les prohibí ir a por la vueltas rápida si estaban en posición de podio. ¡Los dos hicieron caso omiso! Creo que fue un complot entre pilotos e ingenieros, porque estos últimos estaban interesados en el tema. Voy a repasar las conversaciones por radio para ver cómo sucedió todo. Pero cuando saboreas ese punto extra, al final estas contento, pese a que estuve muy nervioso mientras lo intentaban”, señaló Toto.
Valtteri explicó que lo intentó porque tenía gran ventaja. Lewis porque Max Verstappen se acercaba.
En cualquier caso, no había diferencias suficientes entre los que ocupaban las diez primeras posiciones para efectuar la maniobra teóricamente adecuada: entrar a cabiar gomas. Nadie disponía de los 34-35 segundos –el mínimo que se perdía en una parada muy rápida– de ventaja sobre su inmediato perseguidor para entrar y montar gomas nuevas.
Al final, sin gasolina ya en los depósitos, las cosas las decidieron posiblemente los neumáticos. Bottas los tenías mucho más nuevos que Hamilton –que tenía además el problema del fondo plano–, que había parado muy pronto. Verstappen tenía las gomas un poco más nuevas, con dos vueltas menos que Valtteri, pero la potencia del motor Honda no era tan elevada como la del Mercedes y Lewis estaba justo delante de él. Leclerc tenía el compuesto más duro. Vettel, claramente fuera de juego. Pierre Gasly, Daniil Kvyat y Lance Stroll venían a continuación en la clasificación de vueltas rápidas, pero sin gomas nuevas, al no poder parar, quedaban fuera de juego… aunque difícilmente hubieran podido ir más rápidos que Bottas.
Sin duda, la innovación ha funcionado bastante bien en Australia. Ahora veremos si se confirma en las siguientes carreras.
