El poder de los equipos, ¿es para siempre?

11/07/2018 15:10

El interesante –y a la vez polémico–, debate posiblemente deje sin resonancia a la frase más importane e interesante –y quizás involuntaria– dicha por Symonds en el curso de la entrevista.

"Creo que en este momento uno de los problemas que la F1 ha sufrido es que los equipos han tenido demasiado poder. Es como si un pavo votara para Navidad. Todos necesitamos cambiar y evolucionar mientras nuestro deporte y el mundo en torno a nosotros cambia", ha dicho Symonds.

Éste es precisamente el meollo de la cuestión y uno de los temas que me tiene sorprendido, alucinado o fascinado, en las discusiones sobre las reglas de 2021. 

Es cierto que el Pacto Concordia tiene atados de pies y manos a los rectores teóricos de la Fórmula 1, es decir la FIA y el promotor, en manos de los actores, los equipos. 

Es algo que Bernie Ecclestone logró, una 'concesión' federativa que ha ido a más. No lo olvidemos, Ecclestone era un avispado mánager, que llegó a propietario de equipo y descubrió cómo era del arte de la compraventa y la fuerza de los protagonistas para imponer su punto de vista. No sólo lo logró, sino que además se aupó al poder real y fáctico de la F1 con reverenciada aquiescencia de todos.

Pero si el actual Paco Concordia, o como quieran llamarla, caduca a finales de 2020, ¿no habría llegado el momento de imponer unilateralmente unas reglas? O al menos de introducir unas líneas rojas básicas, tanto tecnológicas como de límite presupuestario.

Quizás Liberty y la FIA temen la marcha de Ferrari. O el plantón de Mercedes. Quizás piensen que los constructores pueden montar un campeonato paralelo –amenaza muchas veces expresada, pero nunca llevada a cabo– o porque la marcha de estos lleve a la inversión de Liberty a la bancarrota.

Quizás sería bueno aprender del ACO y las 24 horas de Le Mans. Ellos se han bastado para mantener primero y recuperar un mundial, han conseguido atraer a marcas y sobrevivido a la huida de las mismas.

Algunos de los males de la actualidad proceden de la difícil cohabitación entre los equipos. Los grandes con sus intereses hegemónicos, los pequeños intentando sobrevivir, aunque sea malviviendo. 

Es cierto, en F1 siempre ha habido ricos y pobres. Pero la mejor época de la F1 fue precisamente cuando el motor Cosworth permitió que hubiera 'clase media', un núcleo de equipos suficientemente competitivos como para hacer que las carreras fuera mucho más interesantes…. lo que no privó que hubiera ciclos de dominio.

Nunca me han gustado mucho las federaciones. Algunas veces he llegado a pensar que había carreras pese a ellas, pero es cierto que son imprescindibles como órgano gestor… a no ser que se adopte el modelo americano. Allí, en la Indycar, como también en Nascar, han sido capaces de pactar equipos, propietarios de circuitos y escuderías.

Aquello es América, claro. Y el negocio sólo es negocio si lo es para todos. Y un dato importante: la Indycar tiene un presupuesto ridículo respecto a la F1. Posiblemente el presupuesto de un equipo medio de F1 serviría para pagar todos la temporada de los coches Indycar, o poco faltaría. Así pueden vivir todos: equipos, promotor y circuitos. Todo lo demás es ser un gigante con pies de barro… que tarde o temprano acaba desmoronándose.

Quizás FIA y Liberty deberían parar un momento y pensar. Una cosa es escuchar y otra, acatar. Pero eso sí, el tiempo para decidir, al menos en cuestión de motores, se acaba.

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