O'Ward, más rápido con un F1 de hace 23 años que con su IndyCar

22/11/2021 10:42

"¡Que experiencia tan fregona! Sigo con la sonrisota", escribió Pato en su cuenta oficial de Twitter. Y eso que el mexicano, máximo rival de Alex Palou en la batalla por el título de la IndyCar, probó en Laguna Seca un veterano McLaren MP4/13 que en 1998, hace 23 años, pilotó y llevó al título Mika Häkkinen, con un motor Mercedes 3.0 de la época.

Pero lo que Pato no esperaba es que en Laguna Seca, un F1 tan veterano le permitiera rodar más deprisa que su Indycar. En la carrera de este año en Laguna Seca, Pato hizo su tiempo de parrilla en 1'11''2 –la Pole de Colton Herta fue 1'10''7– mientras que con el McLaren que desconocía rodó en 1'10''3… pese a ser un coche de hace 23 años.

Es cierto, ambas categorías han corrido en Austin. La IndyCar lo hizo sólo en 2019 y la Pole la marcó Will Power en 1'46''017, mientras que la F1 –ese mismo año– vio a Bottas en la Pole con 1'32''029. Son 14 segundos de diferencia.

El IndyCar apenas fue más rápido que el Rebellion LMP1, que hizo la Pole ese año en Austin y rodó en 1'47''674.

Pero ello no quita mérito a las prestaciones de un IndyCar. Son más pesados, menos potentes que un F1, pero sobre todo ni sus neumáticos ofrecen las prestaciones de un F1 y sobre todo la carga aerodinámica es notablemente menor.

Todo ello, sin embargo, tiene una ventaja: el precio. Con lo que cuesta hacer correr con un coche de F1 de un equipo modesto corren 10 IndyCar. Hay igualdad y mucha incertidumbre en los resultados.

No es que IndyCar sea una categoría menor, sino que se rige por un patrón opuesto a la F1. Ésta ha puesto la tecnología por bandera, pese al coste y hay una gran diferencia entre los grandes, medianos y pequeños. Los estadounidenses 'desdeñan' la tecnología, apuestan por la igualdad de medios –aunque luego cada equipo hace sus ajustes– en aras de ofrecer el mejor espectáculo posible y , sobre todo, todos deben ganar dinero.