Martini Racing, la leyenda inacabada

30/12/2018 10:06

Todos ellos, en algún momento de su larga historia, llevaron una decoración con vistosas franjas azules, celestes y rojas. Incluso Ferrari llevó los logos, aunque no los colores. Estamos hablando, claro, de Martini.

Unas franjas Martini son míticas porque han estado presentes en competición desde que fue autorizada la publicidad extra-automóvil en las carreras. Bien puede decirse que es el único patrocinador fiel al automovilismo desde los inicios del 'sponsoring'.

En realidad Martini & Rossi apareció un poco antes en la competición. Dos Alfa Roneo Giulietta SZ 'coda tronca' tomaron parte en las 3 Horas de Daytona inscrito por Martini & Rossi Racing Team y mostrando este letrero sobre los pasos de rueda delanteros.

Fue el 28 de abril de 1968, en la Subida a Eberbach, cuando apareció por vez primera el logo de Martini en un coche. Fue en el Porsche 910 de Hans Dieter Dechent, piloto y amante de las carreras, propietario de un concensionario Opel en Saarbrucken y amigo personal de Paul Gopper, el director de publicidad y relaciones públicas de Martini. El coche estaba inscrito como Scuderia Lufthansa, un equipo creado por el director ejecutivo de la compañía aérea. El coche correría en Dojin, Monthlery y los 1000 kilómetros de Nürburgring y algunas carreras menores.

En 1969 comenzó el idilio entre Porsche y Martini, cuando dos Porsche 907 de fábrica llevaron los colores italianos antes de patrocinar los dos Porsche 917 oficiales en Resistencia y ganar las 24 Horas de Le Mans de 1971. Desde entonces los 917, los RSR Turbo, los 935 y 936 oficiales de Porsche llevaron siempre los colores de Martini; es más, estos se perpetuaron, al menos en Le Mans, cuando Porsche se retiró y fue el Team Joest quien se ocupó de defender los colores de la firma de Stoccarda… antes de que Martini llegara a un acuerdo con Lancia, que se prolongó de 1981 a 1986, cuando Lancia se retiró de la especialidad.

La aventura de Martini en F1 comenzó en 1972 con Tecno, una pequeña factoría italiana que lo había ganado todo en F3 y F2, pero que fue un fracaso en F1.

Tras un paréntesis, en 1975 se asoció a Brabham, por entonces propiedad de Bernie Ecclestone, primero con Brabham-Cosworth blancos y después con los Brabham-Alfa Romeo rojos.

Y en 1978 pasó a Lotus. Nuevo paréntesis hasta aparecer en Ferrari en 2006, con una presencia menor. Y volvió en 2014 con Williams, esta vez de nuevo como patrocinador principal.

Pero quizás en la mente de muchos aficionados Martini se asocie sobre todo al mundo de los rallies. Un inicio tímido en 1978, quizás por compromiso, vistiendo con sus colores al Porsche 911 de Björn Waldegard en el Safari. Y más adelante, en 1982, tuvo asimismo una entrada puntual con un BMW del Luigi Racing en Bélgica.

Fue en 1982 cuando nació la asociación con Lancia para los Rallies. Los Lancia 037, S4 y Delta fueron protagonistas del mundo de los rallies hasta 1993. Los éxitos fueron notables: cuatro títulos de pilotos y tres de constructores.

Tras un pequeño programa en Italia, en 1999 volvió al Mundial de Rallies con los Ford de M-Sport, uno de cuyos pilotos fue Carlos Sainz; en los tres años de asociación se lograron muchas victorias pero ningún título.

Ahora, con el declinar del año en curso, estos colores 'desaparecerán' –salvo quizás en alguna carrera de históricos, porque sus acaudalados propietarios de aquellas joyas conservan intacta la decoración, o quizás porque el Conde Manfredo Rossi de Montelera, participante habitual de las carreras de F1 históricas no piensa renunciar a los colores de la familia– porque Martini ha puesto punto al patrocinio al equipo Williams.

Quizás el actual conde conserve en su garaje personal el Porsche 917 que encargo el conde Gregorio Rossi de Montelera… una versión 'street legal', con sus silenciosos incorporados, retrovisores y matricula americana.

Durante medio siglo, Martini ha estado presente en el mundo de la competición, de forma completa o con programas intermitentes. Es por eso que me niego a aceptar un 'punto y final'. Todo lo más, un 'punto y aparte'.