Lauda y España: cuando Niki se equivocó con Pedro De la Rosa

21/05/2019 16:23

Ibicenco de adopción, durante muchos años vivió en la isla excepcional, aunque siempre con discreción. También lo hizo en Barcelona, ciudad a la que su primera mujer, Marlene, se trasladó junto a sus dos hijos, Lukas y Mathias. Ambos han vivido en Esplugas, aunque hace poco Mathias –el piloto de Bentley– se mudó Ibiza.

En Barcelona, con Lukas y el español Diego Albanell, Niki fundó Lauda Sports Management, empresa de gestión de deportistas, que representó a varios pilotos, entre ellos a Mathias.

En España Niki Lauda logró su primera victoria con Ferrari. Fue en el Jarama, en 1974, haciendo bueno lo que dijo de él Clay Regazzoni a Enzo Ferrari: "Si le dejas probar el coche dos horas, al día siguiente tendrás un coche un segundo más rápido". Por el contrario, no tuvo tanta fortuna en 1975 en Montjuïc: chocó precisamente con Regazzoni nada más tomar la salida, al coronar el rasante; era el prolegómeno de los incidentes que se sucedieron en ese fin de semana nefasto que acabó para siempre con Montjuïc.

Y por si fuera poco, en su día –cuando ya había creado Lauda Air– compró un 20% de Spantax, compañía aérea española hoy desaparecida.

Y también ha tenido vinculación con dos pilotos españoles. Niki coincidió con Alex Soler Roig en 1972, cuando el barcelonés compitió con un BRM en Sudáfrica y España y el austríaco lo hizo con un March. Un March que en 1971 había llevado Alex hasta el GP de Holanda y que permitió a Lauda debutar en F1 en el GP de Austria donde no corrió Alex.

También coincidió con Emilio de Villota, que intentó clasificarse para disputar en 16 ocasiones entre 1977 y 1982, aunque sólo logró en dos ocasiones en 1976.

Y, sobre todo, fue jefe de Pedro de la Rosa en Jaguar en 2001 y 2002. Debía haberlo sido en 2003… pero en el último momento Lauda decidió apear al español y subir a Antônio Pizzonia. Ese movimiento hizo que Pedro de la Rosa pasara a McLaren como probador y aunque corrió poco, pudo alcanzar su único podio. Años después, Lauda –en una cena con personal de McLaren y el propio Pedro– le pidió disculpas: "Me equivoqué al sustituirte", le dijo. Era todo lo que Pedro necesitaba oír para sentirse reivindicado.