De roca en roca y pincho porque me toca

10/01/2020 08:22

"Pinchamos después del primer reavituallamiento y después volvimos a hacerlo. Nos quedaba una sola rueda de repuesto. Y en una bajada había una moto tirada, el helicóptero y gente. Bajé un momento la vista y al volver a mirar la pista, me encontré una roca delante. Intenté esquivarla… pero no pude hacerlo por completo y pinché dos ruedas. No tenía ya repuestos y mi compañero, que venía detrás, también se había quedado sin repuestos, así que tuvimos que esperar al camión de asistencia".

Lo habitual en los Dakar era hablar de problemas mecánicos o de accidentes, vuelcos espectaculares, la mayoría de las veces, pero este año hay dos factores que influyen de manera notable en la prueba: la navegación y los pinchazos.

No hay equipo que no haya visto afectados sus cronos por ambos incidentes… y en más de una ocasión. Si el tema de los problemas de navegación no resulta totalmente inesperado después de que la labor de los 'map men' quedara neutralizada por las decisiones de entregar el road book de las etapas más difíciles sólo 20 minutos antes de la salida, el de los pinchazos ha pillado a todos por sorpresa.

Pinchazos de los que no ha escapado siquiera la caravana de seguidores, al menos aquellos que se han adentrado en pistas para ver pasar a las estrellas y tomar unas instantáneas espectaculares.

Pinchar siempre se pincha en un Dakar. Pero hacerlo prácticamente a diario y además, varias veces resulta preocupante. La alarma saltó en la primera etapa y fue Mr. Dakar, Stéphane Perterhansel quien mejor expresó su preocupación: "Hemos pinchado tres veces. Tenemos que comprender la razón".

Pero la tónica ha continuado en las siguientes y más de un piloto ha sufrido la angustia de tener que encarar un largo trecho final sin recambio disponible. No hay nada que enerve más a un piloto que perder tiempo por una tontería que no es un problema de pilotaje o de navegación. Entienden de errores, salidas, roturas de motor, cambio o suspensión, pero no de pinchazos aparentemente fortuitos y repetitivos.

Por eso el día del 'shake down', Carlos Sainz y Lucas Cruz ensayaron repetidamente la maniobra del cambio de una rueda… igual que hacen los mecánicos de Fórmula 1 antes de comenzar cualquier jornada –excepto la del domingo– y los jueves por la tarde. Bueno, Carlos y Lucas y buena parte de los equipos, incluidos Fernando Alonso y Marc Coma.

Obviamente Carlos y Lucas no buscaban romper la marca de los dos segundos con la que nos han obsequiado este año, en algunas ocasiones, los equipos más duchos en el tema. Para ellos los dos minutos significan un reto casi imposible y es posible que se conformen con bajar de los tres minutos o no alejarse mucho de esta marca.

En lugar de ser 14 las personas que trabajan en el cambio de ruedas en el box de Fórmula 1, aquí son sólo dos; sin pistolas ultrarápidas para sacar el dado central y por el contrario, tienen que aflojar cuatro o cinco tuercas y volverlas a apretar. Y por si fuera poco, cada rueda pesa algunas decenas de kilos más que las de un F1, hay que bajarla del coche y luego subir la pinchada.

Eso sí. Los pinchazos están salpimentando la carrera. Crean alternativas. Se sube aprovechando los de los rivales y se pierde cuando suceden en carnes propias. Posiblemente sea una cuestión de terreno, ya que la arena oculta piedras puntiagudas, que no se ven pero se notan.