De la bendición de tener a Newey a la maldición de perderlo

Pero estar en posición de ganar contando con Newey parece más sencillo. Tanto, que Max Verstappen no desmiente la posibilidad de recalar en Aston Martin, "aunque ahora tengo otros problemas". Y Fernando Alonso está convencido de que Aston Martin va camino de convertirse en un ‘dream team’, lo que quizás no llegará a tiempo de darle la tercera corona pero al menos espera que sí una nueva victoria.

¿Recuerdan la fábula de la zorra y las uvas? Cuando la zorra desistió de poder alcanzar las uvas y abandonó el intento, se consoló diciendo "no importa, las uvas están verdes".

Las conversaciones de Newey y Ferrari han sido largas, había muchos puntos importantes. El deseo de Newey de trabajar al menos una vez con Ferrari y Lewis Hamilton y el reconocimiento por parte de Vasseur de que Adrian es el mejor técnico. Pero Adrian quería también entrar en otras áreas, como el tener palabra en otras decisiones, como elección de pilotos, etc. en las que chocaba con Vasseur… quizás con John Elkann.

Se decidió por Aston porque Lawrence Stroll le ofrece todo eso que deseaba, convertirse en propietario y tener manos libres como en su día le dio Dietrich Mateschitz. Y estaba Fernando Alonso, con quien quería trabajar. O al menos es así lo que Eddie Jordan, ‘manager’ de Newey, da a entender.

Posiblemente, quien sabe más sobre las bondades de Newey sea Pedro de la Rosa, que trabajó con él en McLaren como probador –en la época en la que los probadores acumulaban 30 ó 40 mil kilómetros al volante–. Sus métodos de trabajo, sus manías, la forma de abordarle, es algo que el barcelonés conoce de primera mano y en eso puede ser muy útil tanto a Aston Martin como al equipo.

Es cierto, Adrian no es garantía de éxito, mucho menos de éxito inmediato… aunque cuando saltó de Williams a McLaren lo logró, en parte dicen que ayudado porque coincidió con un cambio de reglamento y en parte porque tuvo el mejor motor a su disposición… una vez Williams perdió el motor Renault, sustituido por el mismo motor, pero rebautizado como Mecachrome y no era lo mismo, claro.

Hablando de Max-Newey. Hay en la F1 un detalle claro e importante. Es cierto, se puede ser campeón sin Newey, pero ningún piloto que ha sido campeón con él ha vuelto a lograr el título. De la ‘bendición’ de contar con Adrian a la ‘maldición’ de perder su concurso. Alain Prost, Damon Hill, Mika Häkkinen o Sebastian Vettel pueden atestiguarlo.