Mis sensaciones tras un año con el Tesla Model 3

19/01/2021 11:25

Comencemos por el aspecto exterior. El coche está perfecto. Parece recién estrenado, así que estos 16.000 kilómetros no han tenido ninguna afectación en la pintura y las piezas del coche. Eso no quita que sí arrastre algún pequeño desperfecto, como una moldura de un paso por rueda que el mismo día que recogí el coche ya vi que estaba algo despegada.

He tratado de pegar la moldura a mi manera, pero no lo he conseguido. Podría haber ido a Tesla para que me la colocaran, pero he decidido dejarlo para cuando tenga que ir a hacer una revisión, que de momento no he tenido que hacer ninguna. Es un detalle que no queda muy bonito, pero tampoco es demasiado grave y sé que no ha sido ocasionado por el tiempo, sino que el coche estaba así desde el primer día.

Pero el uso diario sí ha causado mella en la puertecita del punto de carga, que ahora no se cierra como cuando el coche era nuevo. Originalmente, cuando quitabas el cargador, la puerta se cerraba suavemente. Ahora lo hace con brusquedad. Es otro pequeño detalle que notificaré a Tesla cuando tenga ocasión, aunque imagino que se podrá solucionar porque el coche sigue en garantía.

El interior está prácticamente nuevo, pero se ha levantado una pequeña moldura justo en el extremo inferior del parabrisas. Son tan sólo unos tres o cuatro centímetros. En verano era más evidente, pero ahora en invierno se ha contraído, quizá por el frío.

Y un último problema, aunque éste tiene que ver conmigo y no con Tesla, son algunas ralladas en las llantas. El Model 3 lleva neumáticos de 19 pulgadas y este tamaño es muy sensible a los roces con la acera. Aprendes a base de golpes, literalmente, así que ahora trato de dejar siempre más espacio para que evitarlos.

 

LA VIDA CON UN COCHE ELÉCTRICO

Mi día a día ha cambiado radicalmente desde que conduzco un coche eléctrico.

Lo primero es que me he despedido de las gasolineras. No he visitado ninguna en el último año. Salgo de casa cada día con el ‘depósito’ lleno y esa sensación de no tener que preocuparte por repostar es extraordinaria. En mi día a día hago trayectos cortos, así que un coche eléctrico es fantástico para este uso y el Model 3 es una opción increíble.

Para mi día a día, cargo el coche al 80%. No supero ese porcentaje para proteger la batería, aunque si tengo que afrontar un viaje largo sí lo llevo al 100%. Con el 80%, tengo unos 360 kilómetros de autonomía y eso es más que suficiente para ir al trabajo, porque suelo cubrir unos 100 kilómetros cada día. Cuando vuelvo a casa, lo cargo por la noche y a la mañana siguiente el Model 3 vuelve a estar perfecto.

Naturalmente, usar un coche eléctrico te da ciertas ventajas. Puedes usar el bus VAO para desplazarte para Madrid y también puedes aparcar gratuitamente en la zona verde y la zona azul, porque tengo la etiqueta Cero de la DGT. Este coche sí es una etiqueta Cero de verdad, aunque imagino que algún día la DGT cambiará la distribución de las pegatinas.

Tener un eléctrico cambia tu forma de conducir. Ahora me siento más responsable con el medioambiente y es bonito saber que no contaminas en tus desplazamientos. También he cambiado de chip como conductor. Como con un eléctrico no puedes correr y tienes que ahorrar y gestionar la batería, notas que disfrutas mucho más de cada viaje. Te olvidas de la velocidad y de la preocupación de exceder los límites, y abrazas una conducción más suave que te permite disfrutar de tu coche y de la familia. He notado que eso ha cambiado mi carácter.

Es verdad que en este 2020 no he podido viajar mucho, porque la pandemia del COVID-19 nos ha impuesto restricciones durante buena parte del año. Aun así, sí pude hacer algún viaje largo –que documenté en YouTube– y el coche se comportó fantásticamente bien. Viajar en verano fue mucho más sencillo que en invierno. El frío y el viento afectan a todos los coches, pero quizá con un eléctrico tienes más estrés porque estás más preocupado por la batería.

La experiencia me ha demostrado que se pueden hacer viajes con este coche. De hecho, tengo muchas ganas de volver a la carretera. Ahora mismo no puedo salir de la Comunidad de Madrid, pero en cuanto todo esto acabe no tengo duda alguna de que añadiré más kilómetros al odómetro.

El Model 3 es más inteligente que cuando lo compré, porque recibe actualizaciones cada cierto tiempo. Todos tenemos la experiencia del teléfono móvil, que de repente recibe una actualización de software y gana alguna función que antes no tenía. Con el coche es lo mismo. Cuando lo recogí no sabía leer las señales de tráfico ni veía los semáforos. Tampoco adaptaba el control de crucero a la velocidad de la carretera, sino que recurría al GPS de los mapas. Ahora lee directamente las señales, de modo que como conductor notas que tu coche evoluciona. Descargar e instalar cada actualización conlleva unos 25 minutos, así que lo haces cuando estás en casa y no necesitas usar el vehículo.

Pequeño desperfecto que detecté el día que recogí el coche

Esta sección se ha levantado. En verano es más visible que en invierno

 

LOS NÚMEROS

Éste es quizá el punto clave, porque todos nos preguntamos si tiene sentido tener un coche eléctrico, si te ahorras mucho dinero. Un año después, puedo repasar los números de mi primer año con el coche para ver en qué se traducen exactamente estos 16.000 kilómetros que he recorrido.

Para cubrir 16.000 kilómetros, usé 2.753 kilovatios hora de electricidad. Cargué 2.324 en casa a razón de 0,03 euros por kilovatio hora, 351 kilovatios hora en los supercargadores a 0,34 euros y 78 en cargadores externos a 0,35 euros.

Con estos números, vemos que la carga doméstica me ha costado 84,30 euros, la de los supercargadores unos 119,34 euros y la de los cargadores externos unos 27,3 euros. En total, esto son 230,94 euros.

Mi coche anterior hubiera necesitado 1.777 litros de gasolina, que a razón de 1,20 euros el litro son unos 1.902 euros para cubrir la misma distancia. De modo que, con el eléctrico, me he ahorrado 1.671,06 euros.

En verdad mi ahorro es mayor, porque recibí 1.500 kilómetros gratis de repostaje en supercargadores al comprarme el coche con el código de referido de un amigo.

Como no he tenido que pagar en los supercargadores, mi gasto real se ha quedado en 111 euros, con un ahorro frente a la gasolina de 1.791 euros.

Dicho de otro modo: recorrer 100 kilómetros con recarga doméstica me cuesta tan sólo 0,50 euros. Con mi coche de gasolina, que consumía 9 litros a los 100 kilómetros, me costaba unos 10,80 euros. Con uno más eficiente que consuma 6 litros, el coste sería de 7,2 litros.

El consumo medio ha sido de 17,5 kilovatios hora a los 100 kilómetros, lo cual está bastante bien comparado con otros modelos que he probado.

La batería se ha degradado poco durante este tiempo. Es casi inapreciable, aunque sí que creo que debe de estar sobre el 4% o el 5% a juzgar por los números que veo en la pantalla cuando la cargo al 80%. Aun así, la estimación que te da el sistema no es demasiado fiable.

Que la batería se degrade no es una buena noticia, porque a la larga puede limitar tu autonomía, pero estoy tranquilo. Tanto la batería como los motores tienen ocho años de garantía, así que siempre puedo hablar con la marca si veo que es excesiva. Me gustaría que la marca verifique el nivel de degradación cuando haga la próxima revisión.