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Una carrera de F1 con descanso: el automovilismo hecho fútbol

Santi Torres
23/11/2016 12:10

90 minutos. Tiempo estándar de un show televisivo. Sea un concurso de canto, de talento o deporte, el tiempo en pantalla es importante a la hora de valorar la audiencia. Si el show supera las dos horas, hay ocasiones en las que el telespectador se aburre y cambia de canal. Si dura menos de una hora, se hace corto e incluso eso es peor que aburrirse: a nadie le gusta quedarse con las ganas. ¿Qué quiere hacer Bernie Ecclestone? Focalizar la atención del espectador en dos relevos de 40 minutos. ¿Será efectivo?

Desde un punto de vista externo al mundo del automovilismo se puede pensar que sí. Carreras más cortas, menos tiempo para adelantar y eso significa prisas para remontar y actuar. Lo malo es que el automovilismo no funciona como el famoso fútbol. En el llamado el deporte rey, se puede ir a fondo los 90 minutos pese al descanso, sin temor a que el resultado final se vea perjudicado al 100% por una primera parte muy explosiva. En los deportes de motor, eso no sucede. 

Cuando se plantean carreras consecutivas en el mismo día, se genera el 90% de las ocasiones el efecto contrario a emocionante. ¿Por qué? Sencillo: no hay dinero de sobras, los prototipos usados en competición son caros y destrozar uno es un problema económico. A ello se le suma que si rompes el coche en la primera carrera, no tienes montura para la segunda. Conclusión: ¿para qué luchar con los rivales si hay más probabilidad de no poder sumar puntos y tener resultados? ¿Qué es lo que da dinero a final de año? Por ello, y a título personal, creo que la doble carrera propuesta por Ecclestone es algo contrario al espíritu competitivo del automovilismo.

Se puede pensar que este formato es una novedad, pero no. Hemos hablado de las carreras consecutivas. Por ejemplo, en el WTCC se hace, pero con una diferencia a la propuesta que da Ecclestone: las dos puntúan por separado. El mayor ejemplo de automovilismo hecho fútbol se pudo ver hace tres años en Australia: los V8 Supercars probaron ese formato. Se partió la carrera a 120 kilómetros del sábado en dos, con un descanso de 15 minutos de por medio.

El llamado '60/60 Sprint' fue un experimento peor que Frankenstein. La televisión e internet evoluciona. Los formatos cortos llaman cada vez más, y el ejemplo a seguir ya no es la serie de éxito, sino Youtube. Corto, explosivo. Algo que llame la atención. Y en la directiva de los Supercars se encendió la bombilla: ¿por qué no fusionar el fútbol y el automovilismo? De paso se ahorrarían bastante dinero al no tener carreras con repostaje en los eventos Super Sprint (transporte de máquinas de repostaje, el valor del propio repostaje, etc). ¡Dos en uno!

Poco duró la broma. Los aficionados se cansaron de carreras sin salsa. Los eventos en trazados ruteros fueron de mal en peor, y era mejor esforzarse por conseguir la pole que por ganar la carrera. Esta mala decisión se vio afectada por el hecho que el '60/60 Sprint' se disputaba en sábado. Y esto fue malo por varias razones: los sábados son días de salir a pasear en muchos países más que sentarse a ver la televisión. Eso y que al día siguiente había dos carreras a 100 kilómetros, y no era lo indicado tener un incidente serio y destrozar el coche antes de la jornada que otorgaba más puntos: 200 el domingo, 100 el sábado.

La normativa de los mismos también cambió. Sobre el papel, el descanso de 15 minutos entre medio congelaba la clasificación tras la primera bandera a cuadros. Por ello, los doblados debían permanecer a una vuelta. En el segundo evento con este formato, los doblados ya pudieron recuperar ese giro perdido, en busca de añadir picante a alguna remontada. No funcionó, y en 2014 pasaron a puntuar ambas carreras y ser de 100 kilómetros de distancia, siendo ya independientes. Tampoco funcionó. En 2015 redujeron las carreras a 60 kilómetros de nuevo por costes, y seguía sin convencer. Finalmente para 2016, se ha vuelto al punto de partida: una carrera de 120 kilómetros con parada en boxes obligatoria. 

En esos tres años que transcurrieron tras la implementación del '60/60 Sprint' se pudo observar que, por mucho que se quiera comprimir un fin de semana para buscar espectáculo, hay cosas que mejor no tocar. ¿Dos carreras a 40 minutos con descanso de por medio? No, gracias.