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¿Somos justos con los pilotos? ¿Cómo evaluarlos?

David Izquierdo
11/03/2015 21:12

La temporada 2015 de Fórmula 1 está a punto de comenzar, y tan pronto como termine la primera carrera en Australia, comenzaremos a ver numerosos análisis acerca de los pilotos de la parrilla. Además, acentuado por la irrupción de Twitter durante los últimos años, existe un continuo debate entre los aficionados a la Fórmula 1 acerca de si tal piloto es mejor que otro, si ‘x’ es el mejor del Mundo, o si lo es ‘y’. Para ello, muchos dedican horas y horas buscando argumentos para defender a su piloto favorito, mientras otros los buscan en contra, e incluso hay un tercer grupo ‘objetivo’ que, al menos aparentemente, lo hace desde la imparcialidad. En la mayoría de casos, se trata de debates constructivos y muy interesantes, en los que cualquier aficionado puede aprender del resto. Sin embargo, lo habitual es que en estos debates no gane nadie, ya que casi siempre los participantes mantienen intocable su opinión inicial. Y esto, en muchas ocasiones, es debido a que no se usan los argumentos ideales, ni los datos más representativos y rigurosos, por lo que es realmente difícil conseguir que alguien cambie de opinión.

En este artículo no voy a entrar a valorar a ningún piloto en concreto, sino que voy a exponer lo que para mí sería la forma más justa de evaluar a los pilotos y compararlos. Y para ello, voy a comenzar explicando cómo lo haría con dos supuestos compañeros de equipo, ya que comparar pilotos de diferentes equipos es, obviamente, mucho más complejo.

Dejando aparte las ‘sensaciones’, ya que lo que un piloto te puede transmitir o dejar de transmitir en una determinada carrera se trata de algo puramente subjetivo, está claro que debemos partir de hechos, que aparecen reflejados en las estadísticas. Pero de nada vale usar como argumentos las estadísticas en sí, ya que se trata de meras recopilaciones de datos que dejan a un lado la mayoría de variables, y que si no son interpretadas en su justa medida, jamás nos aportarán los datos que buscamos.

Por lo tanto, a la hora de comparar a dos compañeros de equipo, inicialmente ya podemos descartar una serie de estadísticas que, por sí solas, pueden servir como entretenimiento, pero no aportan ninguna información acerca del rendimiento puro de los pilotos. Este grupo de estadísticas serían las poles, las victorias, las vueltas rápidas, los podios y los puntos a final de temporada.

Sin duda, son cinco de las estadísticas que más se usan a la hora de valorar a los pilotos, y descartarlas tan rotundamente puede parecer una locura. Pero cuando queremos comparar a dos compañeros de equipo, ¿es realmente el número de puntos sumado a final del campeonato un reflejo fiel y exacto del trabajo realizado por estos pilotos? Por supuesto que no: en el número total de puntos al final de un Campeonato influyen determinantemente otros aspectos como los problemas de fiabilidad, los accidentes, los errores de estrategia del equipo (tanto en clasificación como en carrera) y una larga lista de variables que hacen que comparar a dos compañeros de equipo según los puntos sumados a final de temporada sea tan osado como injusto.

Pero si la comparación según los puntos sumados a lo largo de toda la temporada ya es claramente deficiente, evaluar a los pilotos según el número de victorias, podios o poles es todavía más atrevido. Los motivos son innumerables, pero he aquí el más evidente de ellos: el rendimiento de un monoplaza varía sustancialmente a lo largo de un año, de forma que un monoplaza en algunas carreras podría optar incluso al podio, mientras que en otras quizá no puede ni luchar por puntos. Por este motivo, que un compañero de equipo tenga dos podios más a lo largo de un año que el piloto que está al otro lado del garaje tampoco nos dice nada, ya que es posible que esos dos podios del piloto ‘A’ hayan coincidido con las dos carreras en las que el monoplaza era más competitivo, mientras que el piloto ‘B’ en esas dos carreras podría haber sufrido problemas mecánicos, o cualquier otro tipo de percance. Si el piloto ‘B’ batió al piloto ‘A’ es las 17 carreras restantes, ¿sería entonces justo decir que el piloto ‘A’ fue mejor “por haber subido dos veces al podio”? No, resulta obvio que no es así. Y aunque en la realidad no nos encontremos con casos tan extremos, nos basta con mirar hacia la temporada pasada para encontrar ejemplos de pilotos que, aunque subieron menos veces al podio que su compañero, su rendimiento global fue mejor (¿se te ocurre alguno?). Y de la misma forma que he realizado este análisis con el número de podios, es válido también para el número de victorias o de poles.

En cuanto al número de vueltas rápidas usado como dato en una comparación entre compañeros de equipo, he de decir que, siendo muy generoso, me parece una anécdota. Su relevancia es incluso menor hoy en día: con la gama de neumáticos Pirelli, la vuelta rápida no tiene la más mínima relación con haber realizado la mejor vuelta de la carrera, sino que depende directamente tanto de la estrategia de neumáticos, como del uso del combustible, dos factores ajenos en gran medida al pilotaje del piloto en cuestión.

Podemos entonces llegar a la conclusión que previamente exponía: las poles, las victorias, las vueltas rápidas, los podios y los puntos a final de temporada son meros datos anecdóticos que, aunque bien contextualizados podrían llegar a aportarnos alguna información, por sí solos conforman una manera muy injusta de valorar a un piloto. A estos datos ya mencionados, se les puede añadir también el número de abandonos, que tampoco es una estadística útil, ya que estos pueden deberse a un error del piloto, o a un problema mecánico ajeno a él, por lo que no nos indica nada acerca del rendimiento del piloto. Y el número de veces que los pilotos han alcanzado la Q2 / Q3 tampoco es un dato que nos aporte información objetiva, ya que está relacionado directamente con el rendimiento del monoplaza, por lo que se pueden dar casos como el que he ejemplificado antes con el número de podios (que un piloto clasifique mejor coincidiendo con la parte de la temporada en la que el coche permitía entrar en Q3, y que el otro lo haga cuando el monoplaza no daba opción a entrar en el Top10).

Y sí, llegado a este punto muchos diréis: "pues para ser una forma tan injusta de valorar a los pilotos, son los puntos en el campeonato los que deciden al ganador del Mundial". Y mi respuesta es: ¿cuántos de los últimos 10 mundiales han sido ganados por el piloto que a tu juicio fue el mejor? La respuesta es totalmente subjetiva, pero apostaría a que muy pocos afirmáis "los 10". Y esto responde a una afirmación tan clara como cierta: el mejor sistema de puntuación para los pilotos es el menos injusto de todos, partiendo de la base de que todos son injustos por definición, en mayor o menor medida.

Dicho esto, podemos comenzar a buscar estadísticas que nos sirvan para ser más justos a la hora de analizar a un piloto. Pero antes, todavía nos encontraremos con una serie de estadísticas que siguen sin reflejar la realidad del rendimiento de ambos compañeros en un equipo. En este grupo se incluyen el número de posiciones ganadas en carrera (un piloto que remonta mucho, probablemente lo hace debido a que clasifica por debajo del nivel de su coche, por lo que esta estadística es muy confusa), los adelantamientos realizados, el número de vueltas completadas, las penalizaciones (sobre todo si se incluyen las penalizaciones por cuestiones del monoplaza), etc. Pero, por encima de todas, las estadísticas que probablemente peor reflejan el rendimiento de un piloto a lo largo del año son las de "Mejor posición en carrera" o "Mejor posición en Q", ya que estas directamente se basan en un momento puntual de la temporada, y ni siquiera tienen en cuenta el año completo.

Llegados a este punto, parece que podríamos seguir descartando estadísticas hasta quedarnos sin ninguna… y sí, lo cierto es que se podría, ya que ninguna estadística es justa por completo. Pero como a casi todos nos encantan este tipo de análisis, he tratado de fijar un límite a partir del cual, si bien las estadísticas siguen sin ser totalmente fieles, sí que nos permiten hacernos una idea muy aproximada de cuál ha sido el rendimiento de dos compañeros de equipo a lo largo de una temporada.

Tras todo lo comentado, voy a exponer lo que, en mi opinión, sería una tabla de datos bastante justa con los pilotos valorados, ya que daría mucha más importancia a su trabajo en pista, y menos al rendimiento del monoplaza y al resto de factores externos, como la suerte, que a fin de cuentas es lo que queremos evitar cuando analizamos a un piloto. Debajo de la tabla, podéis encontrar una pequeña explicación de las estadísticas que pueden ser confusas.

 

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