El nuevo presidente de la Fórmula 1

Quién narices es Chase Carey

08/09/2016 11:22
“Nosotros somos la industria de los contenidos. Pienso que en los contenidos de éxito hay una serie de componentes comunes: han de contar con personas muy buenas, una buena dirección que alimente la visión de su propia gente. Han de tener esa voluntad de asumir riesgos, de no seguir el rebaño. Es esa voluntad de querer probar cosas nuevas y apostar por la gente adecuada”. Estas declaraciones pertenecen a Chase Carey, un estadounidense de 62 años que es, desde hoy, el nuevo presidente de la Fórmula 1.

Estas declaraciones no se corresponden con un discurso de investidura ni una rueda de prensa, ni tan sólo con un comunicado de presentación. En verdad Carey se refería al furor del fenómeno de los Simpsons, la famosa serie de animación que él mismo había supervisado desde la vicepresidencia de la 21st Century Fox. 

¿Pero quién narices es Chase Carey y por qué es útil para la Fórmula 1? Quien escribe estas líneas mentiría si presumiera de conocer el nombre con anterioridad, pero por suerte hemos recopilado información sobre su persona y su trayectoria profesional para responder a esta pregunta y conocer un poco mejor a uno de los personajes clave de la era Liberty Media.

Original de Nueva York, Carey es un loco de los deportes con especial devoción por los Yankees de baseball y los Giants de fútbol americano. Luce un prominente bigote daliniano para disimular una cicatriz que se hizo en un accidente de tráfico durante sus días universitarios. Se formó en la Colgate University y la Harvard Business School. Empezó su andadura profesional en Columbia Pictures, pero a los 36 años llamó la atención de Rupert Murdoch.

Las puertas de News Corporation se abrieron ante sí y supo aprovechar la oportunidad. Fue en el grupo televisivo Fox donde Chase se labró su nombre y la confianza de Murdoch, quien pronto le convirtió en su segundo. Carey ascendió rápidamente. Empezó en 1988 como vicepresidente senior, en 1991 pasó a vicepresidente ejecutivo y director de operaciones. Dos años más tarde, Murdoch le apostó 20 dólares a que no podría hacerse con los derechos del fútbol americano, anteriormente en manos de la CBS. Carey presentó una oferta de 1.560 millones de dólares y Fox se hizo con el fútbol, y Murdoch tuvo que pagar su apuesta.

En 2003, News Corp compró la televisión por cable DirecTV y Carey se puso al frente de la compañía. Bajo su dirección, pasó de los 12 millones de subscriptores a 18. En 2009 regresó a la órbita de News Corporation con un sueldo anual cercano a los 30 millones de dólares, lo cual le convertía en el segundo ejecutivo más bien pagado sólo por detrás del mismo Murdoch. La preferencia del magnate era tal que durante casi tres años figuró como su heredero legal al frente en News Corp, si bien en la actualidad ese rol pertenece a uno de sus hijos.

Carey no procede del mundo de la automoción, sino de la industria del entretenimiento. Es ese 'background' tan singular lo que le convierte en un directivo valioso a ojos de Bernie Ecclestone, y es que el octogenario magnate confía en que la visión de su nuevo compañero americano sirva para que la Fórmula 1 se expanda hacia nuevos horizontes, para que siga creciendo y llegue a mercados hasta ahora desatendidos. Y por mercados no se entiende países exóticos, sino áreas como las redes sociales e internet, donde el deporte es especialmente débil en comparación con otras competiciones automovilísticas.

Quienes le conocen, le describen como una persona tranquila que rehúye la exposición mediática, pero a la vez una influencia poderosa "No gritaba, no era histriónico. Era calmado", recuerda un comisionado de la NFL en un perfil elaborado por el periódico New York Times. "Chase es uno de esos tipos sin miedo", añade el fundador de Creative Artists Agency. "Él te dirá qué es bueno para ti y qué es malo para ti, y eso es difícil de hacer cuando estás lidiando con un fundador y un patriarca".

Con semejante experiencia en su currículum, no es de extrañar que Chase Carey difiera del perfil de un apasionado de las carreras. Pero es un apasionado del deporte, un empresario televisivo de éxito y una persona con contactos en Estados Unidos. Habrá que esperar un poco para ver cómo repercute en la realidad de la Fórmula 1.