Un británico más líder, un Red Bull que vuela y un piloto inteligente

Los pulgares de LaF1.es: Japón

Víctor Serrano
06/10/2014 14:18

Antes de nada, lo primero que quieren hacer nuestro pulgares en nombre de toda laF1.es es mandar todo nuestro aliento y ánimo a Jules Bianchi para que salga adelante tras su grave accidente. Eso es lo único importante del paso de la Fórmula 1 por Japón. Acostumbrados a ver continuamente salidas de pista y golpes contra el muro y que nunca pase nada, a veces se nos olvida que todos estos hombres se juegan la vida cada vez que salen al asfalto. Por eso, el francés demostrará que los pilotos están hechos de otra pasta y seguro que saldrá adelante, es lo que todos deseamos. #ForzaJules. Dicho esto, y sin dejar de pensar en el estado de Bianchi, es hora de analizar quiénes fueron los mejores y los peores de una carrera pasada por agua con las primeras precipitaciones del tifón Phanfone. Como cada semana de GP, este es nuestro ránking:

Hamilton. Después de la calificación, Lewis se quejaba de que no había tenido el ritmo que quería durante todo el fin de semana. Pues bien, fue llegar la lluvia y empezarle a salir escamas y una cola de tritón que le hicieron invencible en unas condiciones que siempre son difíciles. Rosberg salía por delante, pero entre que no rodaba al ritmo de su 'rivalñero' (híbrido de rival y compañero) y tenía problemas de subviraje que no se explicaba, no pudo hacer nada por evitar que le adelantara. Es más, el alemán estaba frenando al británico y sus perseguidores se les iban echando poco a poco encima, pero Hamilton encontró la oportunidad de adelantarle al final de la recta principal, mismo sitio en el que se salió poco antes, en una maniobra con cero riesgos, como quieren sus jefes. Octava victoria, y también la más amarga…

Vettel. En Red Bull optaron por mermar sus opciones de conseguir un buen sitio en la parrilla saliendo a calificar con una configuración de agua pensando más en la carrera. Una estrategia que resultó tremendamente efectiva el domingo haciendo que Sebastian alcanzara el podio con Ricciardo a sus espaldas. Después de adelantar a Daniel con su pit stop, y eso que paró una vuelta más tarde, el alemán no tardó en ponerse a la estela de los Williams con un ritmo frenético, por momentos el mejor de la carrera. La combinación de sus dotes sobre mojado con la aerodinámica brillante de su RB10 le hacían imparable para los chicos Martini. Les pasó a los dos en apenas dos vueltas y para ello escogió un sitio predilecto, la horquilla: a Felipe por dentro y a Valtteri por fuera. Como premio, el podio y acabar por encima de su compañero.

Button. Carreras como las de Suzuka están hechas a la medida de Jenson. Finalizó quinto saliendo octavo y no lo hizo más arriba por un error en boxes que echó abajo su fabulosa estrategia. El inglés siempre es el primero que mueve ficha mientras el resto espera agazapado gracias a la capacidad que tiene de rodar en condiciones delicadas con su fino pilotaje de 'gentleman'. Cuando la lluvia empezó a remitir, Button calzó los intermedios dos vueltas antes de que los demás lo hicieran en manada. Eso le permitió colocarse en una posición privilegiada tras los Mercedes y con 18 segundos de ventaja sobre el cuarto. Todo iba perfecto hasta que en su segunda parada los mecánicos tardaron más de la cuenta en bajarle de los gatos. Perdió la posición con Vettel y luego no pudo frenar a Ricciardo, pero chapó por su valiente jugada.

Alonso. Cuanto más encapotado estuviera el cielo, más opciones de hacer algo importante se le abrían a Fernando en el horizonte. Con el asfalto en esas condiciones, el asturiano suele protagonizar gestas mientras otros luchan por no salirse de la trazada, por eso, antes de que se apagara el semáforo él, y todos sus seguidores, estaban expectantes por ver hasta dónde podía llegar y por asistir al espectáculo que dejaría por el camino. Pero cuando se reanudó la carrera tras la marcha del Safety Car, su Ferrari se apagaba por un fallo eléctrico dejando al español sin opciones y a los espectadores sin una buena dosis de diversión. Su segundo abandono en las últimos tres grandes premios le llegó en el momento más delicado de su estancia en Maranello, dejando una cruel metáfora de su inminente marcha de la Scuderia.

Magnussen y Räikkönen. Es necesario un sitio para dos pilotos para dejar hueco a los que vienen después… Y puestos a elegir plazas hay que seleccionar a los dos hombres que, junto a Alonso, se quedaron sin puntos después de comenzar en el top ten. La actuación del danés se vio comprometida por un fallo que le obligó a hacer una parada extra en boxes para cambiar el volante. Se fue demasiado atrás y le fue muy difícil remontar. A Kimi también le perjudicó un pit stop. Cuando rodaba noveno por delante de Kvyat, un puesto por encima del que partió, entró a cambiar sus neumáticos extremos por unos intermedios, pero un problema con el delantero derecho hizo que perdiera unos segundos de oro que le llevaron fuera de la zona de puntos a la que ya no pudo volver a entrar, completando el naufragio de Ferrari.

FIA, FOM y organizadores del GP de Japón. Por primera vez, los pulgares no juzgan ni a equipos ni a pilotos, sino a los que mandan y deciden... mal. Desde que pusieron un pie en el país asiático sabían que un tifón de nombre Phanfone amenazaría la disputa del GP. Las previsiones eran más pesimistas según pasaban los días y se planteó la opción de adelantar la carrera al sábado o incluso a unas horas antes del domingo para minimizar los riesgos. Hubiera sido una decisión que beneficiaría a equipos y medios desplazados, que podrían llegar a Rusia para la próxima cita sin complicaciones, a pilotos, que no sufrirían tanto en la pista, y a aficionados, que no tendrían que aguantar el chaparrón desde la grada o las interrupciones desde su casa. Pero no, mandó lo que manda siempre, el dinero. La de cosas que se podrían haber evitado…