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De Wolfgang Von Trips a Sebastian Vettel

Àlex Garcia
31/12/2015 10:35

Cuando uno piensa en Alemania y Fórmula 1, es imposible olvidarse de Sebastian Vettel y sobre todo Michael Schumacher. Entre ambos, suman once títulos de campeón del mundo para un país que ha tenido coches ganadores, motores ganadores, pilotos ganadores, grandes circuitos y una tradición en el mundo del automovilismo de entre las más fervientes de Europa. Muchos menos se acuerdan de Wolfgang Von Trips, el hombre que lo inició todo.

En el Gran Premio de Italia de 1956, Ferrari inscribió un D50 para un joven alemán de 27 años. Nacido en Colonia en el seno de una familia noble alemana, a Von Trips siempre le gustó la velocidad y puesto que en esa época, el dinero era lo primordial para competir, Alemania pronto se encontró con un piloto de primer nivel en la Fórmula 1. Von Trips no llegó a tomar la salida de esa carrera en Monza en 1956 pero estuvo en la parrilla de salida de la primera carrera en 1957.

No fue hasta su primera carrera en solitario -en esa época se permitía compartir coche con otros pilotos- en Monza en 1957, que Von Trips consiguió sus primeros puntos. Lo hizo con un magnífico podio en un coche que ya no era tan competitivo. Eso le valió la confianza de la Scuderia Ferrari y el competir en seis de los diez Grandes Premios de 1958. No estuvo a la altura de Mike Hawthorn, que acabó siendo campeón, pero volvió a subirse al podio en Francia.

En 1959 y a pesar de seguir asociado con Ferrari -era uno de los pilotos oficiales de la marca-, Von Trips se inscribió para dos Grandes Premios con un Porsche 718 de Fórmula 2 sin demasiado éxito y la única carrera de Fórmula 1 en la que se subió a un Ferrari terminó sin puntos. Pero las cosas tenían que mejorar y en 1960, ganó la primera carrera de Fórmula 2 con el nuevo Ferrari con motor posterior, convenciendo a la marca de que era el momento de cambiar.

Von Trips estuvo además todo el año en el campeonato del mundo de Fórmula 1, puntuando a menudo con un coche con motor anterior que no podía competir con los modernos Cooper. En Monza, Von Trips compitió con el coche de Fórmula 2 contra los Fórmula 1 y logró puntuar a pesar del minúsculo motor que lo propulsaba, demostrando así que el motor posterior era el camino a tomar, por si alguien tenía aún alguna duda. Mejor fueron aún las cosas con el triunfo en la Targa Florio en abril.

Apenas unas semanas después, en mayo, Von Trips ganó su primera carrera de Fórmula 1, el Gran Premio de los Países Bajos, triunfo que repitió en Silverstone. Cuando el campeonato llegó a Monza, un tercer puesto le habría valido para batir a Phil Hill, su compañero de equipo. Desafortunadamente, un toque con Jim Clark lanzó al Ferrari del alemán por los aires y el piloto salió despedido, recibiendo heridas de las que no pudo recuperarse.

Pero la semilla del futuro de Alemania en la Fórmula 1 estaba plantada y no sólo por el entusiasmo que pudiera haberse creado entre los aficionados alemanes sino por algo muy distinto. En el mismo 1961, el verano antes de su muerte, Von Trips trajo el concepto del karting a Europa, proveniente de los Estados Unidos. Este circuito, uno de los primeros en Europa, estaba situado en Kerpen-Manheim.

Con los años, el circuito fue alquilado por un tal Rolf Schumacher, que esperaba hacer un negocio allí. Puede que el mayor negocio de su vida no fuera tanto el dinero que sacó del circuito de karting sino el hecho que sus hijos, Michael y Ralf, dieran sus primeros pasos -o mejor dicho, ¡vueltas!- allí. El mayor de ellos, Michael Schumacher, llegó a ser campeón del mundo en dos ocasiones con Benetton y en cinco con Ferrari, completando la leyenda roja de Von Trips.

Hay un dicho común en muchos idiomas que asegura que la historia tiende a repetirse. En su día, Von Trips creó un circuito de karting en Kerpen y de allí salió Michael Schumacher. Mientras este último ganaba todo lo imaginable, un joven llamado Sebastian Vettel le veía competir, disfrutaba con sus victorias y daba vueltas con un cochecito en su jardín, intentando ir cada vez más rápido. ¿Las primeras vueltas del 'chaval' en un circuito? En Kerpen, como no podía ser de otra forma, en el circuito de Schumacher. El circuito de Von Trips.

Los cuatro títulos seguidos en Red Bull habrían sido suficientes para que pudiera considerarse que la leyenda seguía viva y en todo su apogeo pero cuando una vez finalizada su etapa en el equipo de la marca de bebidas energéticas firmó por Ferrari, la historia tomó un camino aún más impresionante, teniendo en cuenta sus orígenes. Es cierto que es razonable para un piloto con buen palmarés considerar ir a Ferrari, el equipo más laureado de la categoría, al igual que el más emblemático.

Pero aún así, debe ser inevitable para los alemanes pensar en todo lo que hay detrás. Sebastian Vettel empezó su andadura en el circuito de karts de Michael Schumacher... que hizo lo propio en el circuito de Wolfgang Von Trips. Y evidentemente, todos estos lugares son uno solo. ¿Puede haber historia más bella? Quienes vieron competir al noble Von Trips cuentan que debía ser el primer campeón alemán de la categoría. Tenía el talento, la velocidad y los medios para ello.

Es casi justicia divina que el piloto que se quedó sin el título que merecía fuera la semilla de dos de los pilotos más exitosos de la historia del automovilismo. Puede que Alemania perdiera a un gran hombre y piloto pero ganó a dos enormes campeones. ¿Y el siguiente? Puede que ya haya empezado a dar sus primeros pasos en un circuito de karts. Y apostaríamos a que es en Kerpen-Manheim.

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