Correlación histórica

¿Afecta el número de paradas al espectáculo?

22/04/2017 18:32

Muchas fueron las críticas en los primeros años de Pirelli en su nueva etapa en Fórmula 1 por tener neumáticos demasiado blandos y que no permitían casi luchar en pista, con muchos pilotos pidiendo que volviesen antiguas épocas donde con un único juego de neumáticos se podía completar la distancia de 305 kilómetros que dura una carrera actual del mayor espectáculo del mundo.

Precisamente para que la F1 mantenga esa denominación, Pirelli endureció sus gomas desde 2016 y vemos que en 2017 casi podrían llegar los pilotos a completar ese 'objetivo' de hacer toda una carrera con un único juego, aunque ese precisamente ese ha sido el objeto de crítica los aficionados esta temporada.

La pregunta es, ¿existe una correlación entre el número de paradas y el nivel de espectáculo que una carrera de F1 puede ofrecer? Rotundamente no. Esa es una conclusión rápida a la par que érronea que los seguidores de la F1 tomamos cuando nos sentimos frustrados por una prueba sin casi emoción.

Si quieren llevarlo al rídiculo, podríamos ver repetida la carrera del GP de Holanda de 1961, donde Wolfgang von Trips ganó la prueba después de 75 vueltas en la que ninguno de los 15 pilotos que cruzaron la meta pasó ni una sola vez por la calle de boxes.

La F1 nunca ha sido una competición que destacase por un elevado número de paradas por carrera. Por ejemplo, viajemos hasta el GP de Alemania –disputado en Nürburgring Nordschleife– de 1957, donde Juan Manuel Fangio se adjudicó su quinto y último mundial de pilotos en una de las mejores actuaciones individuales que se recuerda en el Gran Circo.

Fangio tuvo una única y extremadamente parada en boxes en toda una carrera al –presumiblemente– circuito más complicado del mundo de más de tres horas. Después de ella, la remontada fue histórica y hasta sus rivales más directos tuvieron que felicitarle por la hazaña lograda aquel día.

Claro está que aquello del 'espectaculo' es un término muy subjetivo (y de allí la eterna discusión del DRS, por ejemplo), pero si consideramos como espectáculo lucha apretada por las posiciones de cabeza, diferencias ajustadas entre la mayoría de equipoas y persecuciones en pista con luchas rueda a rueda de forma no esporádica, con toda seguridad podríamos decir que ese espectaculo no se ve afectado por el número de paradas.

Así, Pirelli se ha convertido en un 'puching ball' para la F1, y cualquier cosa que falle un poco, es fácil cargársela a los italianos, pero si su descripción de espectáculo se ajusta a la del párrafo superior, siéntense y disfruten de 2017, porque a pesar de las críticas a Pirelli por sus neumáticos extra duros, ese espectáculo es el que precisamente tenemos este año. O como mínimo en esta primera mitad de año...

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