Fangio: veinte años no es nada
Juan Manuel miraba hacia atrás, como recordando todo lo conseguido, como observándose en el resol de un asfalto ardiente en el que se proyectaban, como si fueran espejismos, los momentos del pasado: los dolores, las alegrías, las carreras, la edad perdida. La vida. "Empecé aquí, en Reims, en 1948. Volví en 1949 con la intención de permanecer un año, y he estado diez. Esperaba ganar una carrera, y he ganado cinco campeonatos mundiales. Mi suerte me ha protegido hasta ahora. Quizás no debería confiar en ella mucho más".