Habla el presidente de la FIA

Todt, sobre volver a los V10 y V12: "3 ó 4 equipos dejarían la F1"

Santi Torres
08/03/2017 17:30

Puristas contra cambios. El deporte motor es un mundo a veces muy estático, con poca voluntad de revoluciones. Sin ir más lejos, desde 2014 llueven las críticas a los motores V6 Turbo y se pide desde el sector aficionado que regrese el ruido a los circuitos. Sin embargo, para el presidente de la FIA, Jean Todt, eso es algo imposible a día de hoy.

"La sociedad no aceptaría ese cambio. Tenemos la responsabilidad de liderar una organización que está vigilada bajo lupa por la sociedad. No se aceptaría -un retorno a los motores V10- Y, si dijésemos de volver a motores de hace diez años, los fabricantes tampoco aceptarían la decisión. Tres o cuatro de los equipos dejarían la F1, estoy convencido", ha explicado Todt al medio de comunicación ESPN.

La evolución de los motores es clara. En 2013, con los motores V8, se aprovechaba un 30 % de la energía desprendida en la combustión del motor. Cuatro años después y con los V6 híbridos más desarrollados, ese porcentaje ha subido hasta el 50 % de efectividad, pero siempre hay un mínimo dato de pérdida. Por otra parte, ese 50 % ayuda también a mejorar el consumo del motor.

Otro de los aspectos importantes en la decisión es la estabilidad. Para una marca es crucial establecer hojas de ruta en la investigación y el desarrollo y la tecnología híbrida es el camino seleccionado en el siglo XXI. Por eso, Todt ha reiterado que no se puede cambiar de estructura de motores como si fuese ropa interior.

"Sabemos que la estabilidad es esencial. Primero, para tener la mayor competitividad posible y después, para proteger la inversión en tecnología. No se puede invertir en una nueva tecnología cada año, es a nivel económico insostenible. Tenemos muchas quejas sobre el coste de la F1, un coste exagerado, en mi opinión", ha proseguido Todt.

"Esos costes son algo contra lo que debemos luchar. No hemos sido capaces de encontrar la solución ideal y estoy encantado de ser el responsable de dicha lucha por parte del organismo sancionador de la F1. No es fácil encontrar el interés común, pero siempre intento ser solidario con todos cuando se toman decisiones", ha agregado.

La funcionalidad del deporte motor, más allá de ser el laboratorio de muchas marcas, es mínima, y con la política anticontaminación global que existe, la F1 está bajo vigilancia. Para Todt es imprescindible dar buena imagen al respecto, pese a que haya elementos más perjudiciales a nivel de emisiones de gases a la atmósfera.

"El corazón del deporte siempre existirá, pero debe adaptarse a la evolución de la sociedad. Cuando ves todo el énfasis que se pone en el cambio climático y en los niveles de contaminación, siento que tenemos la responsabilidad de colaborar con ello. Es cierto que un F1 contamina menos que un avión que va de París a Nueva York, pero debemos ser un ejemplo a seguir. Y para ser un ejemplo a seguir, no podemos permitirnos generar contaminación innecesaria porque genera mala imagen", ha expresado el francés para concluir.