GP de Abu Dabi - Calificación

Rosberg tiene la Pole, solo le falta el milagro para dar la campanada

Víctor Serrano
22/11/2014 15:13

Si quería tener alguna mínima opción de amargarle la existencia a su compañero era lo que tenía que hacer. Lograr la Pole era una obligación. Y Rosberg no defraudó. Se vistió con sus mejores galas para ir acorde con el escenario de película de Yas Marina, respiró dos veces y atacó el crono consiguiendo acabar como el más rápido en la jornada del sábado por, nada menos, que undécima vez de la temporada. Nico no ha tenido rival en calificación.

De hablar sobre repartir puntos la cosa cambiaría, pero Hamilton ha tenido que claudicar ante su rival más cercano al mejor a una vuelta. Solo había tenido por delante a Rosberg en los FP3, pero a la hora de la verdad, cuando los nervios se empeñan en adueñarse de los sentidos, Lewis ha defraudado. Las casi cuatro décimas que le han separado del poleman alemán son demasiadas. Su lucha es más cerrada, pero pudo más la esperanza de alcanzar un milagro.

Eso es lo que necesita el que ahora mira al título desde lo lejos para poder agarrarlo mañana bajo la noche, y a ello colaboraría mucho un comportamiento como el que ha tenido Hamilton en la calificación. Ya en su primer intento en la Q3 mostró síntomas de preocupación evidentes yéndose largo en las dos últimas curvas y echando su crono a perder. Concedió una ventaja a Rosberg que ya no pudo recuperar y perdió su primer 'macth ball'.

Pero, el modo en que Lewis gestione esa presión que dice no tener pero que amenaza con despertarle de su sueño no es la única jugada con la que cuenta Nico. Sus mejores cartas dependen de los ocupan un sitio que un día fue suyo: los Williams. Que Bottas y Massa se agenciarían la segunda fila de la parrilla era algo que se esperaba, para eso tienen el segundo mejor coche, pero que lo hicieran tan pegados a los Mercedes ha sido una sorpresa.

Y más, cuando en el primer día de rodaje en Abu Dabi los del Imperio de la Estrella se pasearon con una ventaja descomunal e impropia de un final de temporada. Sin embargo, con las revoluciones al máximo, los chicos Martini lucieron mejor que nunca y se plantaron a menos de dos y tres décimas de Hamilton. Y pudo ser peor para el británico, porque Valtteri venía en la Pole en su último intento, pero no pudo con el gran tercer sector de las flechas plateadas.

Viendo cómo han rendido contra el crono, bien podrían dar la guerra que Lewis no quiere y echar esa mano amiga a Rosberg para cambiar el desenlace de los acontecimientos. Para que eso deje de ser una ilusión y se convierta en realidad, Nico tendrá que encargarse de dos cosas, y ninguna fácil: no dejar por nada del mundo que Hamilton le supere y apretar la carrera todo lo que pueda para que pasen cosas detrás de su alerón trasero. Tareas de campeón.

Campeón, pero de su particular batalla en el garaje de Red Bull, ha vuelto a quedar Ricciardo, y está vez de forma insuperable. Su RB10 está lejos del rendimiento del Williams, pero se las ha apañado para quedarse a una escasa décima de Massa. Si la proeza les parece poca cosa, no dejen de compararla con el tiempo de Vettel, seis décimas peor que el del australiano. Seb deberá de hacerlo mejor si quiere despedirse del equipo que le dio la gloria decentemente.

Igual propósito, pero más complicado, tiene Alonso. Se presentó prácticamente a ciegas a la calificación tras no poder rodar el viernes con el neumático superblando en las condiciones de temperatura representativas del anochecer en el Golfo Pérsico. Hizo un meritorio cuarto en los FP3, pero cambiar de unidad de potencia subió la dificultad. Además, a todo ello hay que sumar un error que no suele cometer saliéndose de pista y, como resultado, le quedó un pobre décimo.

Un sinsabor que procurará mejorar mañana, pero que, de momento, escuece por su retrasada posición y por acabar la última calificación por detrás de un Räikkönen más lento, pero más acertado. Más contento que Fernando estará Kvyat con un notable séptimo puesto (séptima vez en la Q3). Button es el último hombre que completa las primeras diez posiciones y que saldrá octavo en la que puede ser su última carrera con McLaren.

Precisamente los de Woking cometieron el error garrafal del día al sacar en la Q2 a sus dos monoplazas sin la gasolina suficiente. Eso les costó desperdiciar un juego nuevo de neumáticos superblandos y la plaza de Magnussen en la Q3, que por 30 milésimas cedió su puesto a Kimi. Del resto: los Force India desaparecidos, Sutil el mejor de los mediocres y Stevens a un decente medio segundo de Kobayashi. Mañana, a las 14:00, se juega un título. Se decide un campeón.