SEGÚN PRENSA BRASILEÑA

Río de Janeiro presiona para obtener la licencia ambiental para su circuito

20/11/2020 16:02

Río de Janeiro sigue con su plan de construir un circuito en el barrio de Deodoro, a pesar de que la Fórmula 1 ha confirmado que continuará en Interlagos hasta 2025. Hay presiones políticas sobre la Comisión Estatal de Control Ambiental para que les otorque la licencia ambiental y sus planes puedan seguir adelante.

Río de Janeiro quiere construir un circuito muy cerca del bosque de Camboatá, al oeste de la ciudad y dentro del barrio de Deodoro. La construcción del trazado, por su localización, puede tener serias consecuencias medioambientales para uno de los grandes pulmones de la ciudad y de ahí que necesiten una licencia ambiental para poder continuar con sus planes.

Ayer se reunió la CECA –Comisión Estatal de Control Ambiental– para tomar una decisión al respecto. Hace un mes, el INEA –Instituto Estatal de Ambiente– publicó un informe en el que se mostraba el grave impacto ambiental que la construcción del trazado puede tener para el bosque. La CECA, para tomar una decisión, se tiene que basar en este documento.

Sin embargo, hay presiones políticas para que esta Comisión le conceda al circuito la licencia medioambiental que les permita seguir adelante con el proyecto, según informa el medio brasileño Grande Prêmio. En los últimos meses, distintas voces políticas han respaldado el proyecto; entre ellos, Marcelo Crivella, alcalde de Río de Janeiro, o Jair Bolsonaro, presidente de Brasil.

Por otro lado, la Fiscalía del Estado de Río de Janeiro se ha posicionado en contra de la construcción del circuito y le ha recomendado a la CECA que no ceda ante las presiones del consorcio Rio MotorPark. En contrapartida, el consorcio le ha enviado una carta al INEA con nuevos estudios y análisis que deberían tener en cuenta para otorgarles la licencia.

Lo que intenta hacer Río de Janeiro es obtener la licencia sin comprometerse a cumplir con los cambios que les recomiendan los organismos en materia medioambiental después de que el proyecto ya se rechazara una vez.