El australiano se sincera

Ricciardo: "Pensé que estaba dando mi máximo y apareció Max"

Santi Torres
12/08/2016 14:08

Daniel Ricciardo es un hombre sonriente y calmado. La llegada de Max Verstappen a Red Bull generó un cambio en el australiano, y así lo ha expresado en una entrevista. A su vez, ha dejado claro su punto de vista, y no se rendirá. 

La entrevista, concedida a Motorsport.com, se centra en la evolución de Ricciardo en los últimos meses. Sin ir más lejos, rozar la victoria en Mónaco ha ayudado a Daniel a controlarse y a su vez a aprovechar más las oportunidades. 

"Podría decir que Mónaco fue un momento de alta frustración. Incluso Barcelona. Los Mercedes se estrellaron y era como: 'Lideramos la carrera ahora'. Quizá no tengas otra oportunidad, así que haces lo que tienes que hacer", ha comentado Ricciardo. "Ese día sentí que hice todo lo que pude, pero no salió como esperaba. Entonces llegamos a Mónaco y fue en plan: 'Vale, esta es tu segunda oportunidad'. De nuevo lo intenté todo, puse el coche en la pole y todos sabemos lo que sucedió. Fue frustrante, porque fueron dos semanas consecutivas que estaba por la victoria y salí con las manos vacías".

El indicente de la parada de Mónaco provocó también el pagar la frustración fuera del circuito. Le preguntan sobre su forma de trasladar la rabia, sobre si hay momentos de enfado pese a la fama de persona sonriente. 

"Me gustaría decir que sí, pero no me vuelvo loco. Nunca he lanzado una silla o nada parecido, porque para mí, eso me suena a conflictividad. Tampoco tengo episodios de rabia verbal, como chillar a ingenieros. No conseguiría nada de hacerlo", ha explicado el australiano. "Tras Mónaco pensé que si iba a la reunión de ingenieros, parecería que se hubiese muerto alguien. Y quizá hubiese perdido la compostura y no se hubiese dicho nada productivo, con lo que creí mejor irme del circuito. Prefiero eso que llamar a alguien... algo, sí". 

El rendimiento de Max Verstappen ha promovido también la evolución de Ricciardo en clasificación y en carrera. El propio piloto del coche #3 así lo confirma, y pone como ejemplo la Q3 del GP de España. 

"Fue un momento interesante, porque no supe hasta ese momento que no había completado la vuelta perfecta. Pese a ello, me sorprendió. Supe que tenía un poco más bajo la manga, así que es interesante", relata. "Creo que es algo del propio cuerpo humano. Puede que pienses que estás en tu límite, pero a veces no lo estás. Es como con Dany [Kvyat]. Siempre pensé que estaba dando lo máximo de mi mismo y después apareció Max. Esa vuelta de Q3 fue como sacar algo extra de mí. Probablemente hemos aumentado de nivel tras ese momento".

Una parte de mí a veces quiere estar en otro deporte, en el que siempre puedes demostrar tu aptitud. Como el tenis, por ejemplo

"Disfruto del desafío de Max. Como he dicho, me ha llevado a otro nivel y Max está en su salsa. Quiero ser puesto a prueba en la F1. Obviamente creo que puedo ser campeón del mundo, esa es mi meta. Pero si no lo consigo, puedo decir que 'sí, vale, hay alguien mejor que yo en el mundo'. Pero me gusta aprender", corrobora Daniel. "Creo que Max es un desafío interesante. Obviamente recibe mucha atención y cariño. Es como Seb, y si puedo superarle, creo que ayudará de cara a mi futuro. Estoy seguro que recibirá las felicitaciones cuando las merezca, pero también quiero asegurarme de que me felicitan a mí también".

La relación con Max le recuerda un poco a la que había con Sebastian Vettel en el equipo. Para Ricciardo, su compañero holandés tiene mucha atención alrededor, pero eso le ayudará si puede superarle. 

Sobre su futuro y su situación a nivel personal, Ricciardo quiere ser campeón y poco a poco el tiempo pasa. En Alemania cumplió 100 carreras en la F1, pero no le quita el sueño en exceso ese número. Más bien la edad. 

"A veces hay impaciencia. En Mónaco comenté que tengo 27 años y no he conseguido nada, pero creo que es simplemente el deseo y la competitividad que salen a relucir. A la vez miro a otros tipos y no han conseguido tampoco tanto. Mira Alonso, ganó dos títulos consecutivos y no ha ganado nada en 10 años, así que no soy el único en esta posición", ha afirmado. De hecho, el propio Daniel a veces ha deseado estar en otro deporte. 

"Una parte de mí a veces quiere estar en otro deporte, en el que siempre puedes demostrar tu aptitud. Como el tenis, por ejemplo. Es una raqueta, una pelota. Muy simple. A veces me frustro con este deporte, porque es muy complejo. [...] Obviamente he elegido este deporte. Esta es mi vida y hago lo que me gusta. Me doy cuenta que pasaré momentos complicados, pero sigo creyendo que si tengo mis metas claras y me concentro en ellas, lo conseguiré", ha concluído.

Australia no tiene un campeón del mundo desde Alan Jones en 1980. Ricciardo está llamado por muchos a ser campeón del mundo, pero las cosas no son tan fáciles en la F1. Como mínimo, lo intentará. Y mejorará.