Lo desvela Rob Thomas, jefe de operaciones del equipo

Los pilotos de Mercedes dañaron más de 1.000 piezas en su accidente

Iván Casado

20/05/2016 18:24

El accidente entre los dos coches del equipo Mercedes en el Gran Premio de España resultó en más de 1.000 piezas dañadas que, posteriormente, fueron o bien reemplazadas o comprobadas antes de la siguiente carrera en Mónaco.

 

Lewis Hamilton y Nico Rosberg se accidentaron en la primera vuelta de carrera, antes de la curva cuatro, mientras luchaban por el liderato, un hecho que hizo que ambos se retiraran de carrera y que sus dos monoplazas fueran significativamente dañados. Durante esta semana, de vuelta en la factoría de Brackley, el equipo ha trabajado a tope para repararlos a tiempo para poder partir hacia Mónaco este lunes.

"Pudimos ver desde el impacto que había una gran cantidad de daños. Cuando los coches volvieron al garaje en el circuito, se realizaron un montón de análisis, nos llegaron muchas llamadas telefónicas, y lo que nos enviaron desde el circuito fue una lista de cuarentena (sobre partes deterioradas) porque nuestra primera prioridad es garantizar que el coche será seguro", declaraba Rob Thomas, jefe de operaciones, al canal oficial de Mercedes en Youtube. "Esta lista incluye todas las partes que son sospechosas. En esta ocasión había alrededor de 1.000 a 1.200 piezas que nos enviaron de vuelta, ya sean dañadas, en cuarentena o que necesitan algún tipo de trabajo".

Una vez que estas piezas regresan a la fábrica, se pone a prueba su integridad estructural y se comprueba que no tienen grietas para posteriormente decidir si son aptas para su uso o se necesita hacer alguna reparación a mayores. Thomas reveló que el equipo da prioridad a piezas necesarias para la seguridad sobre las indispensables para el rendimiento.

La organización es un desafío enorme para nosotros y ahí es donde el equipo sobresale

"Mil piezas serán ojeadas en veinticuatro horas y eso nos permitirá saber la carga de trabajo. A partir de ese momento, o vamos juntos a nuestros proveedores y les decimos que necesitamos esas piezas o nuestros departamentos se saturarán. La organización es un desafío enorme para nosotros y ahí es donde el equipo sobresale".

"Es cuestión de compromiso y de tomar rápido las decisiones. La prioridad número uno es la de garantizar que el coche es seguro, por lo que cuidamos las piezas de clase A, como son la suspensión. Esas partes tienen que estar bien, así que imponemos prioridad sobre ellas", dijo el jefe de operaciones.

Según contó Rob Thomas, el último paso es comprobar las piezas de rendimiento, algo fundamental en un equipo de alto nivel, ya que tienen que estar totalmente seguros que las piezas rendirán correctamente. "Después de eso nos fijamos en las piezas de rendimiento, y por supuesto, sabemos que tenemos un coche muy competitivo. Todo el mundo está muy motivado para asegurarnos de tener juntas estas piezas, e ir en las mejores condiciones posibles a cada circuito", concluía el jefe de operaciones.