Los jefes de equipo debaten la introducción del motor alternativo
El reglamento 2017 genera distintas opiniones y los intereses juegan un papel fundamental en la idea de una segunda línea de motores de combustión para dentro de dos años. Los V6 biturbo de 2,2 litros y casi 900 CV son los que se perfilan como candidatos para que los equipos pequeños tengan un respiro económico. Pero, ¿está todo el mundo de acuerdo?
La economía sigue su lento crecimiento después de la dolorosa crisis de 2008 y la F1 aún tiene que tapar marches. El mayor de ellos, el cambio normativo 2014 y el famoso límite presupuestario. Mercedes se benefició de ello, estando en la cúspide ahora mismo. De ahí la oposición a los motores que quieren vender desde la FIA por 7 millones de euros y sin tecnología híbrida.
Por otro lado, hay equipos que están a favor. Mario Illien, jefazo de Ilmor, está interesado y quiere ser uno de los que participen en la idea FIA/FOM. Franz Tost es más escueto pero con una opinión importante. "Creo que es una buena idea", comenta el jefe del equipo Toro Rosso. Y es que Red Bull juega un papel importante aquí: están sufriendo con los motores actuales y desde la marca de bebidas energéticas apoyarán todo lo que sea recuperar el poder.
Y es que el poder es realmente el verdadero motivo que hay detrás de todos estos movimientos. Así de claro lo dice el director deportivo de Manor, Graeme Lowdon: "Pienso que necesitamos dar la bienvenida a cualquier cosa que haga el deporte más sostenible y, esperemos que con ello se de a los equipos un poco más de poder en algo que puedan controlar", opina.
