2016, ¿último año sin protección?

La FIA confirma su intención de estrenar el halo en el año 2017

Miguel Carricas
11/03/2016 10:50

La FIA ha confirmado su voluntad de seguir desarrollando el cockpit 'halo' con el objetivo de implantarlo en el reglamento del 2017. Una vez que las primeras pruebas de Barcelona han descartado cualquier alteración para el campo visual de los pilotos, Jean Todt confirma que existe "una posibilidad muy real" de adaptar el nuevo concepto a la próxima generación de monoplazas, aunque desde la Federación insisten en la necesidad de estudiar todos los puntos de mejora antes de tomar una decisión definitiva.

"Estamos empujando muy fuerte para integrarlo lo antes posible. Estoy seguro de que (la prueba del halo) desencadenará algunos asuntos conectados de desarrollo para determinar la visibilidad, la extracción y otros aspectos, así que esperamos realizar algunos test de validación en los próximos seis meses", explica Laurent Mekies, jefe de seguridad de la FIA, a la revista Auto. A falta de realizar las pruebas pertinentes y discutir los resultados con los equipos, en la FIA se comprometen a dar "el paso" necesario para que 2016 sea el último año sin un elemento protector en los coches. 

Según acordaron los jefes de equipo antes de la celebración de los test invernales, el límite para establecer la normativa definitiva del 2017 deberá concluir en el mes de abril. A partir de entonces, los equipos destinarán parte de sus esfuerzos a la fabricación de los nuevos monoplazas, pero Mekies insiste en que la decisión en torno al estreno del halo deberá aplazarse hasta que los ingenieros reciban toda la información sobre las pruebas de la FIA.

Nadie quiere acelerarse, pero todos estamos intentando ir lo más rápido posible

"El límite real es la agenda de los equipos para modificar sus coches en consecuencia y nuestra capacidad de estudiar todos los problemas. Los diseños se realizan con bastante antelación en la Fórmula 1, así que si queremos tenerlo para el 2017, necesitamos decidirlo en los próximos meses", apunta Mekies, quien niega prisas en la construcción del halo para su estreno definitivo en la categoría reina. "Nadie quiere acelerarse, pero todos estamos intentando ir lo más rápido posible", matiza.

Más allá de la efectividad del concepto, existen varias voces autorizadas del paddock que han cargado duramente contra su apariencia en los monoplazas actuales. Sebastian Vettel, uno de los principales partidarios de aumentar la seguridad, reconocía ante los medios trasladados al Circuit de Barcelona-Catalunya que el halo era un apéndice "feo", mientras que Fernando Alonso tildó su apariencia de "extrema". "Se implantará, pero hay que ver cuál será la solución", destacaba el asturiano durante su visita a Bakú.

 

EXISTEN ALTERNATIVAS AL HALO

Vista la sensación de descontento que generó el 'halo' para algunos de los presentes en los test de pretemporada, la FIA baraja algunas alternativas visualmente más agraciadas que ejercerían el mismo papel de proteger a los pilotos en el caso de un accidente. Uno de los más reseñables sería un escudo transparente a prueba de balas desarrollado por Red Bull, de apariencia similar a una cúpula protectora y efectivo para frenar el impacto de cualquier objeto. Además, la Federación ha llevado a cabo algunas pruebas en un aeródromo de Inglaterra que incluyen soluciones alternativas más estéticas.

El sistema que más enteros habría ganado en una posible pugna con el 'halo' sería el AFP (protección frontal adicional), que consiste en una serie de tres apéndices en el tren delantero del monoplaza para desviar la dirección de cualquier objeto y evitar su impacto contra la integridad del piloto. Desde la FIA confirman que la solución ya ha sido estudiada a lo largo de los últimos meses y continuarán su desarrollo para el futuro.

"Con esta estructura relativamente insospechada, nos hemos marcado el objetivo de implantar suficiente velocidad vertical para dirigir la rueda por encima del casco del piloto. Así, queremos que sea compatible con el ritmo de un diseño que minimice las cargas de reacción sobre el chasis, tenga el potencial de ser extremadamente ligero y tenga poco impacto visual", explica Andy Mellor, consultor técnico de la FIA.