Hamilton pone a Ferrari en su sitio, Red Bull mejora y McLaren respira
Por primera vez en mucho tiempo se sintieron amenazados, como el pollito que se ve obligado a abandonar el nido para empezar a buscar su sustento. Ante sí, lo desconocido. Porque desde que los V6 llegaron no habíamos visto sufrir tanto y tan claramente a los Mercedes con uno de sus rivales, aquellos a los que se cansaron de mirar por encima del hombro. Ferrari lo consiguió en Malasia, pero, por lo visto en el primer día en China, fue un dulce espejismo.
Y es que, aunque no con tanto margen como en los FP1, pero Hamilton ha vuelto a liderar la sesión de pruebas dejando atrás a los monoplazas rojos. Cuatro décimas con respecto a Räikkönen, el primero de los de Maranello. ¿Poco? A simple vista puede parecerlo, pero sin los errores que cometieron los pilotos plateados en su mejor vuelta la diferencia entre ambos equipos habría sido más evidente.
Lewis falló en el primer sector en su primer giro con los neumáticos blandos y Rosberg lo hizo al final, al irse largo en la entrada de la recta principal. Por tanto, cronos un poco desvirtuados que aprovecharon en Ferrari para acercarse al menos en apariencia gracias también a la ventaja que sacaron de la diferencia entre compuestos: alrededor de los dos segundos, los que más margen consiguieron obtener entre un Pirelli y otro.
Mencionados los errores de Mercedes, en el box italiano también tuvieron los suyos, aunque afectaron menos a los tiempos finales: Vettel hizo un trompo nada más pisar el asfalto y Kimi no paró de quejarse de los frenos en sus primeras vueltas. Pero, si de verdad hay que referirse a problemas en esa delicada zona hay que cambiar de colores y visitar el box de Red Bull. Los de la bebida energética se han acercado a los de arriba, pero siguen sufriendo con los frenos.
