GP de Hungría- Calificación

El Mercedes de Hamilton sale ardiendo y Rosberg se lleva la Pole

Víctor Serrano
26/07/2014 15:20

En la Fórmula 1 siempre se dice, y con razón, que lo importante se juega los domingos, cuando se reparten los puntos, pero, quizás, este campeonato no se decida tanto por lo que ocurre en las carreras, sino por lo que pase los sábados. Al menos va camino de ello… Y es que la desgracia de unos es la alegría de otros, y últimamente ese reparto de papeles en Mercedes está más que definido.
 

En el box del equipo de la estrella solo hay un piloto que sonríe: Nico Rosberg. Y la verdad es que no puede tener más motivos para hacerlo. Si en el gran premio de casa le pusieron una alfombra roja hasta la victoria, sus mecánicos pueden ir a por ella de nuevo porque mañana la volverán a necesitar. Otra pole, sexta de la temporada, y otra de forma consecutiva sin tener la oposición de su máximo rival.

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Hamilton tiene una losa encima contra la que no puede luchar, la de la mala suerte. En Hockenheim fue un fallo incomprensible en uno de sus frenos el que llevó a las tinieblas de la parrilla y aquí, en Hungaroring, ha visitado directamente el infierno. Al poco de comenzar la Q1, el W05 y las aspiraciones del británico ardían en llamas por una fuga de combustible. Lewis es la viva imagen de la impotencia y mañana tendrá que atarse de nuevo los machos para intentar otra remontada, aún más difícil.

Por unos momentos en los que los paraguas comenzaron a abrirse en las gradas, pareció que la más que segura pole de Rosberg podría estar amenazada, pero la lluvia no apretó lo suficiente. Hizo acto de presencia con gotas intensas pero escasas al principio de la Q3, las justas para que todos se pusieran nerviosos, incluso el mismo Nico al salirse de pista, y para ver un tremendo golpe de Magnussen contra las protecciones que provocó una bandera roja.

Después, la calma volvió y los pilotos tardaron poco tiempo en coger confianza con una pista completamente seca. En unos últimos minutos en los que todos apuraron sus opciones con los neumáticos blandos, la pole del resto del mundo se la llevó Vettel, completando una primera fila cien por cien germana. El Red Bull va como un tiro en el revirado circuito húngaro y Seb ha sacado provecho de ello quedando por delante de un batallador Bottas y de Ricciardo.

Para no perder las costumbres, Alonso ha ocupado su ya familiar quinta posición. A su Ferrari le han sentado bien las curvas de Hungaroring y muestra un nivel algo superior al que viene siendo habitual en las últimas carreras, pero aun así no le ha sido suficiente para disputar la plaza a los Red Bull y a Bottas, aunque sí a Felipe Massa, quien no termina de rendir como exige su fantástico Williams.

Fernando puede darse por satisfecho viendo lo que ha pasado al otro lado del muro de su garaje. Si una mala decisión le costó a él perder las posibilidades de luchar contra Vettel en Alemania, otro fallo de cálculo ha impedido a Räikkönen pasar el corte de la Q1. Con Hamilton y Maldonado fuera (Pastor volvió a padecer la enfermedad de su Lotus), los de Maranello se confiaron con el tiempo de Kimi y un inspirado Bianchi le apeó de la Q2 en el último instante.

El finlandés partirá en carrera desde una retrasadísima decimoséptima plaza, siendo casi compañero de viaje de Hamilton y quedando muy lejos del top ten en el que debería estar. Esas diez primeras posiciones las completaron Button, Vergne, Hülkenberg y Magnussen. Y fuera de ella se quedó Sergio Pérez, por problemas hidráulicos, y Kvyat, tras hacer un trompo en su intento definitivo. Mañana, echaremos un vistazo al cielo…