Decepción con la competitividad del monoplaza

El chasis de McLaren, cuestionado en Mónaco: "Hay mucho subviraje"

Miguel Carricas
28/05/2016 18:45

El ambiente en el 'Meet The Team' de McLaren celebrado esta tarde en Montecarlo era ciertamente relajado. Atrás quedan las tensas reuniones con la prensa donde cada pregunta a los responsables de Honda guardaba un arma arrojadiza con intención de destapar su frustración por no ser capaces de conseguir los resultados deseados sobre la pista. Esta circunstancia, muy típica en el año 2015, se ha convertido ahora en un encuentro más calmado donde los pilotos apenas se limitan a explicar los motivos por los que el MP4-31 no consigue afianzarse como un monoplaza realmente capaz de asaltar los puestos de la Q3 con cierta tranquilidad y aspirar a la zona de puntos de forma consistente, sin problemas en la degradación o el uso de combustible como los que registró Fernando Alonso en las dos últimas carreras de la temporada.

El avance de McLaren respecto al pasado año es tangible a los ojos de todo el paddock, aunque Montecarlo se perfilaba inicialmente como un destino idóneo para potenciar las fortalezas del chasis y demostrar con firmeza que la progresión en el desarrollo está ciertamente destinada a ocupar posiciones competitivas a partir del 2017. No obstante, la cruda realidad de la tabla de tiempos sigue anclando al coche a los puestos límite en la zona de acceso al Top10, un enclave donde cualquier paso en falso supone tocar la gloria o estancarse en el más profundo hundimiento. Retomar los males del 2015 no está en la mente de nadie dentro de Woking, pero el ritmo del coche en el Principado ha distado de perfilarse como una amenaza a otras fuerzas emergentes como Force India y Toro Rosso, ambas superiores visiblemente en tracción, adherencia y estabilidad en frenada.

La batalla contra Sainz, Hülkenberg o Pérez se ha perdido ampliamente en Mónaco, lo cual vierte un cúmulo de escepticismo sobre las fortalezas de McLaren en materia aerodinámica y mecánica, dos puntos donde Eric Boullier siempre ha afirmado tener bajo control frente a las deficiencias de Honda. De hecho, el dirigente francés se ha mostrado reacio a manifestar una autocrítica sobre la evidencia de que el chasis no se ha adaptado correctamente a las curvas de Mónaco, achacando los problemas en la clasificación de hoy a la nomenclatura más blanda de los neumáticos. "Si recibes los datos, que muestran los trazos del GPS en algunos circuitos, sí, estamos ahí detrás de Mercedes y Red Bull en el chasis. Pero si por ejemplo necesitamos cambiar los neumáticos, nos afecta mucho en la confianza y habilidad para llevar el coche al límite. Pero en otros circuitos sí, claro", destacaba.

Button, uno de los grandes afectados por la constante falta de sensaciones que ha transmitido el monoplaza desde el miércoles, explicaba así sus problemas de manejabilidad en el transcurso de la Q2. "La Q1 ha estado bien, el coche se ha comportado bien y en la Q2 el equilibrio ha sido un poco peor, he bloqueado el neumático en la curva tres y ya no ha vuelto a funcionar bien. No estoy muy contento con el coche por mi posición de arranque", indicaba. La posible aparición de la lluvia en carrera es el único aliciente que maquillaría la decepción de McLaren en Mónaco. "Ojalá llueva mañana, estaría bien porque sería más divertido, pero si no, va a ser una procesión, como siempre", apuntaba.

Las preguntas sobre la supuesta cercanía a Red Bull en el rendimiento de chasis han sido recurrentes durante los últimos compases de la conferencia. El subviraje ha sido uno de los grandes obstáculos de McLaren para brillar en Mónaco, pero las deficiencias son latentes en materia de tracción y estabilidad. "Sentimos debilidades en el equilibrio. Si intentas mejorarlo en un área, entonces pierdes en otra. Teníamos el coche en un lugar razonable durante todo el fin de semana, pero no corremos con algo tan rápido como un Red Bull. Sufrimos con el subviraje en curvas de baja velocidad pero estamos intentándolo todo". Aunque el carácter corporativo de McLaren haga oídos sordos a los problemas naturales del chasis, la preocupación en el paddock crece por momentos. El foco ya no está solo en Honda; también en McLaren.

 

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