El adiós de Domenicali, ¿el retorno de Brawn?
Stefano Domenicali ha caído, ha terminado un capítulo de la historia de Ferrari. Directores técnicos e ingenieros habían sido destituidos antes en busca de un revulsivo que invirtiera los malos resultados de la Scuderia, pero la paciencia del presidente Luca di Montezemolo ha llegado a su fin y se ha cobrado el puesto del heredero de Jean Todt.
Sin embargo, desde Italia llegan rumores que sugieren que la dimisión de Domenicali no responde solamente al deseo de Di Montezemolo, sino que también es la consecuencia de la creciente tensión en el interior del box del equipo, donde Fernando Alonso y Kimi Räikkönen se impacientan ante la falta de ritmo de sus coches.
Con este giro de guión, el presidente confía en calmar las aguas de Maranello, en que retorne la estabilidad que ha faltado en los últimos meses desde que surgieron los primeros rumores que señalaban que Alonso tenía sobre la mesa una oferta de McLaren para 2015.
La influencia que Alonso ha tenido en esto ha sido absolutamente clave
"La influencia que Alonso ha tenido en esto ha sido absolutamente clave, él es el que estaba más harto de que Ferrari no fuera capaz de darle un coche ganador", ha comentado el periodista británico Ted Kratitz.
"Alonso fue clave para ficha a James Allison (director técnico), y ahora habrá estado diciendo que necesitaban un gran cambio, el mismo gran cambio al que Stefano Domenicali se ha referido en su carta de despedida".
En Shanghái Marco Mattiacci ocupará el lugar de Stefano en el Pit Wall. Mattiacci no tiene ninguna experiencia previa en la Fórmula 1, él es un hombre de negocios responsable de la división norteamericana de Ferrari, y eso hace que la cadena inglesa Sky Sports se plantee si sólo será un recambio temporal a la espera de que Il Cavallino Rampante se asegure los servicios del británico Ross Brawn, artífice del auge de Mercedes y de los éxitos de Michael Schumacher cuando corría para Maranello.
