Aleja posturas en el conflicto presupuestario

Ecclestone culpa a los equipos pequeños de no controlar el gasto

Miguel Carricas
20/11/2014 17:33

Las escuderías más modestas de la parrilla no cesan en su empeño por acordar junto a Bernie Ecclestone un reparto presupuestario acorde a sus profundas limitaciones financieras. La posición del británico, sin embargo, no parece cercana a que los denominados equipos pequeños logren sobrevivir a las exigencias de la Fórmula 1 actual, pues todo apunta a que el modelo de negocio del británico más allá del año 2015 no contemplará modificación alguna en la distribución desigual de ingresos que ha regido hasta la fecha el funcionamiento de la máxima categoría.

Por ello, lo cierto es que el hecho de alterar cualquier pequeño resquicio de la visión conservadora de Ecclestone supone a día de hoy un ejercicio de cuantiosa dificultad, y es que el británico se ha convertido en el objeto de todas críticas después de contemplar sin preocupación alguna cómo dos de las escuderías de la parrilla se veían obligadas a cancelar su participación en las carreras de Austin y Brasil, explotando así una densa burbuja de apuros financieros que se retoma a las dificultades que ambas entidades arrastraban especialmente desde el pasado año.

No saben de qué están hablando. Ese es el problema cuando acordamos una reunión con ellos

Tras reunirse con Ecclestone en Interlagos y comprobar que su intento por plantear nuevas políticas integradoras para las formaciones con menos capital resultaba ciertamente inútil, Bob Fernley, director adjunto de Force India, tildó de “cartel” el consenso político entre 'Mr E' y los equipos grandes de la parrilla, justificando que eran las ventajas económicas las que seguirían rigiendo la Fórmula 1 por encima de cualquier cambio que derivara en un reparto equitativo de los ingresos.

El hartazgo de Fernley, compartido por los dirigentes de Lotus y Sauber, se vio acentuado con motivo de unas declaraciones del propio Ecclestone al concluir el Gran Premio de Brasil, en las que califica la reunión que mantuvo previamente con los equipos pequeños de una “pérdida completa de tiempo”. Dicho testimonio demuestra que el patrón de la Fórmula 1 hace oídos sordos a las ansias de cambio que exige un sector importante tanto de la parrilla como de la crítica popular, lo cual, por otro lado, justifica sus ansias de que Fernley explique públicamente el significado del calificativo de “cartel” que atribuyó al modelo de negocio para el futuro del Gran Circo.

“Espero que entienda cuál es la definición de cartel, y si la entiende, cómo podría creer que hay un cartel. (Fernley) está diciendo completas tonterías. Ese es el problema cuando acordamos una reunión con esos jefes de equipos o representantes. No saben de qué están hablando”, ha destacado el mandatario.

Las escuderías modestas aún confían en reunirse nuevamente junto a Ecclestone en el circuito de Yas Marina con vistas a discutir sus posibilidades presupuestarias a partir de la próxima campaña y conocer si realmente gozarán de un hueco en la parrilla que les permita optar a la lucha por posiciones ambiciosas sin que sus persistentes apuros financieros comprometan su rendimiento.

En cualquier caso, Ecclestone permanece anclado al discurso de que los representantes de tales equipos eran conscientes de las condiciones que escondía el contrato de la FOM que firmaron hace unas temporadas, por lo que la responsabilidad de encontrar una solución al conflicto existente entre ambas partes recae únicamente en que su límite de gasto sa vea reducido a partir de 2015.

“Tienen un contrato que han firmado. Saben exactamente qué han firmado y cuánto dinero iban a recibir. No tenemos ningún control sobre cuánto quieren gastar. Ese es el problema. No parece que hayan seguido una línea normal de negocio”, ha recalcado.