Dani Sordo ve "viejo" el cockpit abierto: "El halo está bien"
La Fórmula 1 no es su especialidad, pero Dani Sordo tiene experiencia de sobras en el Mundial de Rallyes para opinar desde la distancia sobre los pasos que da su categoría homóloga en monoplazas. Piensa que el halo es una buena incorporación y está convencido de que pilotos y aficionados se acostumbrarán a él. Cree que las críticas son algo pasajero.
Sordo cree que los coches de cockpit abierto parecen anticuados. Aplaude que la FIA tenga la valentía de cambiar eso para reforzar la seguridad de quien está detrás del volante, a pesar de que el sistema que han ideado no gusta a todo el mundo.
"Para mí, el halo está bien. Es la seguridad. Ver los coches de Fórmula 1 con las cabezas -de los pilotos- fuera del coche, la verdad es que me suena a viejo", relata a SoyMotor.com en una experiencia de pilotaje en el Hyundai i20 Coupé WRC con el que compite Sordo.
"Dudo que el halo moleste mucho visualmente. Es una cosita ahí en medio, no es nada. De acuerdo, no es muy bonito, pero tampoco es feo. Los coches de Fórmula 1 de ahora son bonitos, son grandes y potentes, pero la seguridad siempre es muy importante".
Sordo explica que su Hyundai i20 le transmite una gran sensación de seguridad, precisamente por su habitáculo cerrado. Piensa que los competidores del Gran Circo experimentarán una confianza similar.
"De acuerdo que es la Fórmula 1, pero han cambiado muchísimas cosas. Yo prefiero llevar algo delante. Por eso no me gustan los monoplazas. Es algo que siento incluso en los karts. Si valoras la protección de estos coches tan pequeñitos y la velocidad que alcanzas montado en ellos…", considera.
"En los rallies, antes llevábamos cosas sueltas en el cockpit, no teníamos HANS… Ahora te sientes muy protegido cuando te subes a un coche así. Al principio, los pilotos y todos se quejan. Luego se convierte en parte del deporte y listo".
Dani Sordo ocupa la quinta posición en la clasificación del WRC, a falta de tres eventos para que concluya el calendario. Atesora dos podios en lo que va de curso –Francia y Portugal–.
