Batalla Alpine-McLaren: los franceses rieron último y mejor
El sábado por la noche, en Interlagos, el ambiente en Alpine debía ser de los que se podían contar con cuchillo… o quizás todavía más crispado y se hubiera tenido que cortar con motosierra, tras el toque entre sus dos pilotos.
Los dos Alpine, el de Fernando Alonso y el de Esteban Ocon, colisionaron. Lo de menos es que se quedaran sin puntuar y que McLaren les recuperara dos puntos para colocarse a sólo 17 en la clasificación de constructores, algo de por sí ya malo. Lo peor era que los dos coches iban a salir en penúltima fila en carrera, mientras que los McLaren iban a salir claramente por delante; Norris salía sexto y Ricciardo, 11º. La previsión de perder más puntos frente a su rival por el tercer puesto era casi irrefutable.
Pero ya se encargó Daniel Ricciardo, ‘fiel aliado de su ex equipo’ —aunque seguro que contra su voluntad — de despejar el panorama. Su toque inicial con Magnussen dejaba a sus rivales sin una opción y de paso dejó a los dos pilotos de Alpine a la puerta de los puntos… en las que se metieron nada más el coche de seguridad abandonó la pista.
No era suficiente. Lando Norris estaba por delante, en posición de sumar tantos puntos como ellos… pero debía cumplir una penalización de cinco segundos. Entre esto y un coche de seguridad virtual, Fernando y Esteban se colocaron en posiciones adelantadas.
Pero no las debía tener todas consigo Szafnauer cuando Ocon quedó delante de Alonso tras el último cambio de ruedas.
Norris había sido traicionado por su motor poco antes y era el momento de impartir órdenes. Otmar no se lo pensó y la radio atronó con la consigna lógica: Esteban debía dejar paso a Fernando. El francés se resistió, pero desde el muro de boxes no cedieron, dieron la orden ‘manu militari’ y Ocon se apartó.
“El sábado fue posiblemente el punto más bajo de toda la temporada. El domingo, el más alto. Hay que felicitar a todos. Ocon iba a dos paradas, Fernando, a tres. Dos estrategias diferentes en busca de sumar puntos”, ha afirmado Otmar.
Szafnauer añadió que la fortuna les había sonreído con Fernando, “que puo aprovechar el coche de seguridad virtual y el coche de seguridad final para hacer los cambios de gomas y ganar muchas posiciones”.
“Hoy no hemos chocado”, dijo Alonso en clave de humor. Y de repente, en Alpine vieron como su ventaja sobre McLaren era 14 puntos mayor que la víspera.
Con una ventaja de 19 puntos, Szafnauer puede ir a Abu Dabi con un cierto optimismo. El cuarto lugar y los 10-12 millones extras —sobre el quinto clasificado — que comporta, parecen estar ya en el bolsillo… salvo que éste tenga un agujero. McLaren debería hacer un cuarto y un sexto en la última carrera, suponiendo que ningún Alpine puntúe, para arrebatarles la plaza. “Pero el Campeonato no acabará hasta que baje la bandera de cuadros en Abu Dabi”, dice Otmar, poniendo en alerta a los suyos. Cualquier error puede hacerles perder una partida que ahora parece casi ganada.
Está claro que en Interlagos se ha cumplido el dicho: “quine ríe último, ríe mejor”… pero cuidado, aun queda el último capítulo
