Barrichello: "De los siete títulos de Schumacher, uno debería ser mío"
El 1 y el 2. El 2 y el 1. El que quiere ser. El que es. El hermano mayor dominando al pequeño. El travieso que quiere se más que el primogénito. La historia de la vida. La Fórmula 1. Así es y será. El eterno 'y si'. El 'si hubiera hecho esto', 'si hubiera sido de esta manera' o 'de la otra'. Da igual. Todo ese juego de quizás y dudas no podrán ser resueltos. Divagaciones que sirven como plato principal en las discusiones de mesa de bar, o, actualizando, a disputas 'twitteras'.
No iba a dejarle pasar, pero recibí información de Ferrari que me hizo pensarlo. Así que quité el pie del acelerador"
No existía Twitter por entonces. Hablamos de la época autoritaria de Michael Schumacher a los mandos de Ferrari. Y allí, en segundo plano, un brasileño que nunca fue visto como un campeón. Ni lo fue. Rubens Barrichello padeció en sus carnes ser el eterno segundón por Maranello. Pero él piensa que las cosas podrían haber sido diferente. Es decir, imagínense a Wolff en lugar de Jean Todt por la Scuderia... ¿Tendría siete títulos Michael? Lo dicho antes, una quimera responder con una teoría consistente acerca de esta cuestión.
El brasileño sí se atreve a contestarla: cree que uno de esos Mundiales le pertenece a él: "De los siete títulos de Schumacher, uno debería ser mío". Lo cuenta con anécdota incluida del GP de Austria 2002, donde marchaba líder: "No iba a dejarle pasar, pero recibí información de Ferrari que me hizo pensarlo. Así que quité el pie del acelerador".
No conforme con eso, ha tenido que lidiar con una prensa brasileña que nunca pudo ver en él la magia de Ayrton Senna. Complicado. De hecho, se le ha calificado en ocasiones como 'lento': "No me importa que digan eso, pero cuando hablan de mi familia, eso sí me molesta". Ahora disfruta de la felicidad post Fórmula 1, siendo el campeón en el campeonato Stock Car Brasil: "Estoy haciendo lo que me gusta y tengo el placer de poder demostrarle a Brasil que soy un buen piloto"
