Alonso resistió tres desaceleraciones en el accidente de Australia
La FIA ha hecho públicas sus conclusiones sobre el accidente que Fernando Alonso sufrió a principios de temporada en el Gran Premio de Australia. Es la primera vez que se analiza una colisión con la ayuda de los nuevos sensores y cámaras ubicados en el interior del coche.
Entre las novedades destaca una cámara de alta velocidad ubicada en el extremo frontal del cockpit en dirección a la cabeza del piloto. Ésta ha permitido comprobar que la cabeza de Fernando Alonso golpeó los laterales del reposacabezas en dos ocasiones coincidiendo con los momentos de más desaceleración.
El piloto de McLaren-Honda circulaba a 313 kilómetros/hora. Bajó hasta los 305 tras el impacto con Esteban Gutiérrez. En la colisión se rompió su suspensión delantera derecha y sus neumáticos se tocaron, lo que envió el MP4-31 directo contra el muro. El primer impacto contra las protecciones resultó en una desaceleración de 45G.
El coche rebotó y se deslizó por la puzolana hasta detenerse junto a las protecciones de neumáticos. El chasis rotó 540º durante su viaje por el aire y permaneció en suspensión durante nueve décimas de segundo. Volvió a registrar 46G cuando el coche se quedó encallado en la grava y voló por los aires. Aterrizó sobre las estructuras traseras de absorción de impactos, lo cual creó otros 20G.
"El coche de Alonso fue capaz de lidiar con tres picos de desaceleración y una fase de vuelo sin que el piloto sufriera lesiones graves, principalmente porque los sistemas de seguridad del coche funcionaron según su propósito previsto", reza el documento divulgado por el FIA Institute.
La Federación dispone de una serie de nuevas herramientas que ayudaran a clarificar cualquier accidente para extraer conclusiones que ayuden a mejorar de cara al futuro. Estos elementos son: un acelerómetro en el auricular de los pilotos, una cámara de vídeo de alta velocidad y grabadoras de información de los accidentes. Estas últimas son esencialmente telemetría aplicada a las colisiones y permite a los ingenieros analizar el comportamiento y rendimiento del coche en un momento concreto.
