Cuando la política venció al deporte

25 años de Suzuka 1989

22/10/2014 19:33

Hoy se conmemora el 25 aniversario del famoso accidente entre Ayrton Senna y Alain Prost en la chicane de Suzuka, un accidente que definió el Campeonato del Mundo de 1989 y que supuso el clímax de la rivalidad más explosiva que ha conocido la Fórmula 1 moderna.

 

Era la penúltima carrera de la temporada. Ayrton acumulaba cinco victorias. Alain, cuatro. Sin embargo, la regularidad del francés le había forjado una ventaja de 16 puntos en el liderato de un Mundial al que sólo aspiraban los McLaren de Ron Dennis.

Su relación se había tornado más tensa aquel año, sobre todo desde que en Ímola Senna rompiera el pacto de no-agresión que existía entre ellos. Los MP4/5 eran muy superiores al resto, por lo que habían acordado no atacarse en la salida con tal de minimizar riesgos. Aun así, Ayrton lanzó un ataque en la Tosa y rompió la confianza de su laureado compañero.

Trece carreras después, el certamen llegó a Suzuka y Senna trazó la 130R a la estela de su rival. Vio un hueco en el interior de la Casio Triangle y se jugó el todo a una carta: se puso en el interior y se preparaba para trazar la chicane en primera posición, pero su adelantamiento acabó en accidente cuando Prost cerró su trazada en un intento a la desesperada por defender su posición. Los dos McLaren acabaron en la escapatoria.

"Cuando Ayrton alcanzaba a alguien lo tenía que pasar. Había muchos pilotos que cuando veían el casco amarillo en los espejos... como que les metía el miedo en el cuerpo", relata en declaraciones a LaF1.es Jo Ramírez, exteam manager de McLaren.

Lo que aconteció a continuación es conocido por todos: Senna no perdió la concentración y volvió a pista, dispuesto a seguir luchando pese haber roto el frontal de su bólido. Por el contrario, Prost se apeó del suyo y dio por finalizado su Gran Premio, aunque lo cierto es que su coche no presentaba ningún daño.

"Fue un error muy grande", añade Jo. "El coche no tenía nada. 'No, pero sí fue un golpe muy duro', me decía. 'La rueda estaba girada', decía. 'Sí, pero si ves la otra rueda también estaba girada, no tenía nada. Ayrton sí que había roto la nariz, él sí que tuvo que entrar para cambiarlo, pero tú no tienes nada, podrías haber seguido. Si los dos hacéis lo mismo y los dos empujáis, a lo mejor no culpan a ninguno. Tú habrías ganado la carrera sin necesidad de bajarte'".

Senna paró en boxes para sustituir el frontal y se preparó para protagonizar una épica remontada hasta la primera posición, resultado con el que se metía de lleno en la lucha por la corona a falta de una sola carrera, la de Australia. Pero la alegría le duró poco, pues Alain se reunió con las altas instancias de la FIA y ésta dictaminó que la reincorporación a pista de Senna había sido ilegal y que, por consiguiente, merecía la descalificación. Prost ya era campeón del mundo.

Ayrton se cobró su venganza al año siguiente. Partía desde la Pole Position. En la primera frenada de Suzuka, el brasileño tiró recto y echó de pista al francés en la salida. Ambos coches estaban fuera de la carrera. Ayrton conquistaba la Fórmula 1 por segunda vez en su carrera. En 1991 caería el tricampeonato.