Alarma en la última curva: reaparece el 'porpoising'
El fenómeno del ‘porpoising’ ha vuelto, cuando se creía ya superado y olvidado. Lo ha hecho de forma inesperada. Varios pilotos reportaron a sus equipos por radio durante la primera sesión la aparición del fenómeno en la curva de entrada a meta.
Seguramente un problema puntual y debido, no a los coches, sino a la configuración y velocidad de dicha curva. Es el único lugar donde parece se han quejado los pilotos de esta desagradable molestia.
Si en los últimos años, a causa de la chicane, la curva de entrada a recta era sencilla, en aceleración desde la salida de la chicane y a una velocidad relativamente baja, mucho menor de la que se había proyectado originalmente, el retorno al trazado principal la ha convertido en una curva muy rápida en la que entrar a fondo es un desafío necesario.
Los pilotos de Red Bull y los de Mercedes se quejaron del mismo problema por radio. Otros pilotos también lo sufrieron. Recordemos que la FIA acordó que este año la distancia mínima del coche al suelo —en parado, obviamente— debía ser más alta para paliar el fenómeno, aunque ya a finales del pasado año los equipos parecían tenerlo bajo control.
El ‘porpoising’ aparece a elevada velocidad. El ‘efecto suelo’ propicia que la creación de un ‘vacío’ bajo el piso, que hace que este se acerque al suelo. Pero si roza el suelo, el fenómeno se colapsa y aparece el consiguiente rebote.
La sorpresa ha sido ver como Red Bull, el equipo que parecía tener más controlado el fenómeno el pasado año, lo sufría. También es verdad que es el coche que va más ‘pegado’ al suelo gracias a su suspensión delantera peculiar.
El fenómeno no parecía tener carácter preocupante, pero los ingenieros trabajan para neutralizarlo, aunque sea costa de subir unos milímetros la altura del coche. Pero sí es algo a estudiar por si pudiera presentarse en algún otro trazado y así atajarlo de antemano.
