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Se cumplen 50 años de un mítico 'empate' en el Safari... ¡tras más de 5.000 kilómetros!

23/04/2023 09:00

Hoy, 23 de abril de 2023, uno de los desenlaces más icónicos de la historia del WRC, el del East African Safari Rally de 1973, cumple 50 años. Medio siglo de un mítico empate… aunque a la postre hubo ganador, y éste fue el gran Shekhar Mehta, quien conseguiría un total de cinco victorias en el Safari a lo largo de su carrera deportiva.

Pongámonos en contexto. En 1973 se celebró la temporada inaugural del Campeonato del Mundo de Rallies. Si bien el Campeonato de Pilotos no llegaría oficialmente hasta 1979, las Marcas sí peleaban por el cetro de los rallies a nivel internacional.

Dicha temporada estaba compuesta por 13 pruebas y desde el primer momento, en el Rally de Montecarlo, quedó claro que Alpine-Renault, con su espectacular A110 1800 y pilotos de la talla de Jean-Claude Andruet, Ove Andersson, Bernard Darniche o Jean-Luc Thérier, estaba un paso –o dos– por delante del resto.

Pero el Safari siempre fue un rally especial, muy diferente al resto y donde todo podía pasar. Es más, de primeras suponía un enorme gasto para las marcas, y las grandes dominadoras de aquel año –Alpine-Renault y Fiat– decidieron no hacer el desembolso.

Eran otros tiempos. Hablamos de un recorrido de unos 5.300 kilómetros –para ponerlo en perspectiva, el Dakar 2023 tuvo 4.706 kilómetros cronometrados–. Además, el itinerario no sólo aguardaba una infinidad de 'obstáculos' –como era costumbre en el Safari–, sino que en aquel entonces se corría en carreteras abiertas al tráfico.

No sólo era un rally diferente para los pilotos, que solían cambiar su estilo de conducción y primaban la conservación de la mecánica por encima de la velocidad; también era diferente a la hora de efectuar las clasificaciones: éstas se basaban en penalizaciones.

En la edición de 1973 había un total de 56 controles horarios a lo largo de los 5.300 kilómetros y la fórmula para clasificar a los participantes era muy sencilla: pedían un tiempo para un determinado sector y, si el crono era inferior al tiempo impartido, se contabilizaba como no penalizado.

El rally pasó aquel año únicamente por Kenia y Tanzania; Uganda fue descartado por razones políticas. Ford, que sí había apostado por correr el Safari –al igual que Nissan/Datsun, Peugeot o incluso Porsche– con cuatro Escort RS 1600 oficiales, adoptó un papel dominante desde el inicio en Nairobi, con Roger Clark a la cabeza.

No obstante, los problemas para Ford empezaron a aparecer primero en Tanzania –la lluvia dejó el terreno muy resbaladizo y Hannu Mikkola perdió una hora recuperando su Escort– y después en Kenia de nuevo, ya que Roger Clark tuvo que abandonar por problemas mecánicos –dirección dañada y escape roto, entre otras 'lindezas'– y Timo Mäkinen volcó.

En esa tesitura, Harry Källström era el líder del rally, con Rauno Aaltonen a tres minutos y Hannu Mikkola seis minutos más atrás. En la cuarta posición aparecía Shekhar Mehta con su Datsun 240Z, con 18 minutos de desventaja, pero aún tenía un 'as' bajo la manga.

El keniano –nacido en Uganda– sabía que el barro aún podía jugar alguna mala pasada a sus rivales y no dudó en apretar al máximo. Y, efectivamente, tanto Aaltonen como Mikkola dijeron adiós a la pelea por la victoria tras tener sendos incidentes en la localidad de Embu, donde la lluvia había convertido la pista en un 'festival' de barro.

La carrera entraba entonces en su parte final y Källström estaba de nuevo en lo más alto de la tabla, pero la ventaja se esfumaba poco a poco y la velocidad de Mehta forzó al sueco a cometer un error: en la última sección 'embarrada', Harry se quedó atascado momentáneamente y entregó la victoria a Shekhar por un minuto.

La sorpresa vino a posteriori, en las verificaciones, ya que el piloto keniano recibió una penalización al haber llegado a meta sin una de las luces de su Datsun… ¡y ello significaba que tanto Mehta como Källström finalizaban empatados, con 406 puntos de penalización!

Después de más de 5.000 kilómetros, había un empate en la cima. Pero, como sólo podía haber un ganador, tiraron de reglamento. ¿Y qué decían las reglas para estos casos? Que el ganador sería el coche que había llegado más lejos desde el inicio del rally sin haber recibido penalizaciones.

Tardaron horas en encontrar la solución definitiva. Tanto Mehta como Källström pasaron por el segundo punto de control con cero puntos de penalización… pero Harry tuvo asistencia en la tercera sección y Shekhar esperó hasta la siguiente. Esto fue lo que a la postre decantó la balanza a favor del Datsun 240Z de Shekhar Mehta y Lofty Drews.

Mehta consiguió de esta manera su primera victoria en el Safari –de las cinco que logró en total– y Källström tuvo que conformarse con el segundo lugar; en tercera posición terminó el que unos años después sería el 'padre deportivo' de Carlos Sainz, Ove Andersson –con Jean Todt de copiloto–.

Lo más curioso es que Rauno Aaltonen estuvo prácticamente en todo momento –hasta el incidente final– en la pelea por la victoria… ¡pese a que uno de los coches de asistencia de Nissan se perdió y el finlandés se quedó sin gasolina! Cosas del Safari de antaño, que no tenía nada que ver con el actual.