VÍDEO

Vísteme despacio que tengo prisa

04/08/2016 19:40

Un Corvette C7 Z06 pierde el control al salir demasiado impetuoso de un semáforo en Phoenix.

Según reza la sabiduría popular, las prisas y la velocidad no son buenas compañías. Aquí tenemos un ejemplo perfecto: el afán de exhibición  de este joven y los 650 caballos de su Corvette blanco hicieron que la noche de diversión le saliera más cara de lo previsto.

Según se aprecia en las imágenes, y en especial por el sonido del vídeo, el muchacho debía de tener algo de prisa, a juzgar por cómo ruge el enorme motor V8 de 6.208 centímetros cúbicos.

Por ello, no es de extrañar que, al salir con demasiado brío desde parado, perdiese el control del eje trasero de su deportivo y terminase empotrado contra el tronco de una de las muchas palmeras que flanquean la avenida Goldwater de Scottsdale –una barriada de Phoenix, Arizona-.

Tras la colisión, un agente de la autoridad y varios curiosos se acercaron al vehículo en cuestión para socorrer a su conductor, quien bajó del coche por su propio pie aunque algo desorientado y sin entender muy bien qué podía haber salido mal.

Afortunadamente, el joven se encuentra en perfecto estado de salud, al margen de la lógica conmoción por el accidente. El coche no tanto, ya que el frontal quedó completamente destrozado y seguro que deberá afrontar una cuantiosa reparación para intentar progresar de nuevo de 0 a 100 en menos de tres segundos.

Nos remitimos una vez más a la sabiduría popular con aquella frase célebre de los anuncios de Pirelli: “La potencia sin control no sirve de nada”. Seguro que el joven pensará en ello antes de ponerse a quemar rueda de nuevo.