VÍDEO: seis claves para circular correctamente por una rotonda
Circular por una rotonda es aparentemente sencillo, pero la gran mayoría de conductores incurre regularmente en errores a la hora de hacerlo. Repasamos las seis claves para acometer esta situación del día a día de forma segura.
Dos de cada tres conductores españoles no saben circular correctamente por una rotonda. Así lo asegura un informe de Axa en España. No sabemos quién tiene preferencia, qué carril debemos utilizar o cuándo usar los intermitentes. A continuación os ofrecemos un vídeo elaborado por Seat que explica todas estas cuestiones para, después, repasar cuáles son las claves para no caer en errores.
CEDER EL PASO
La prioridad es siempre, salvo que haya señales que indiquen lo contrario, del conductor que ya circule por la rotonda. Aquellos que se vayan a incorporar deben frenar y detenerse si es necesario antes de acceder a ella. Y no vale es de acelerar para colarse en un hueco que veamos desde lejos ya que se puede provocar un accidente. Nunca se sabe el nivel de atención que pueden llevar otros conductores.
QUÉ CARRIL HAY QUE UTILIZAR
Lo más recomendable es utilizar el carril exterior de la rotonda para evitar tener que cruzar la misma cuando toque abandonarla. Tan sólo debemos utilizar el interior o interiores cuando vayamos a hacer un cambio de sentido o nuestra salida sea, al menos, la tercera que exista.
EL INTERMITENTE
La utilización del intermitente es necesaria en el interior de una rotonda. Sin embargo, no todos los conductores tienen claro cuándo han de activarlo. Sólo se ha de hacer uso de él cuando se vaya a cambiar de carril o cuando se proceda a abandonar la rotonda. Accionar este indicador para señalizar que vamos a permanecer en la misma o para incorporarnos a ella no es correcto.
LA PACIENCIA ES LA MEJOR ALIADA
Especialmente si hemos utilizado alguno de los carriles interiores de la rotonda, se puede dar la situación de que en el momento de abandonarla otro vehículo bloquee el exterior. En ese caso conviene dar una vuelta más siempre, y no cambiar de carril por la fuerza o cambiar considerablemente nuestra velocidad para hacernos hueco.
REDUCE LA VELOCIDAD
La reducción de la velocidad es un punto clave a la hora de afrontar una rotonda. Tanto en el acceso a ella como en su interior. Según Axa, el 54% de los accidentes en las glorietas se producen en la incorporación. Además, en el interior conviene circular despacio para detectar mejor los posibles peligros. También hay que tener en cuenta que son puntos que por norma general tienen señalización pintada en el suelo, con lo que en condiciones de lluvia pueden producirse pérdidas de agarre que a escasa velocidad jamás tendrán lugar.
LOS CICLISTAS
¿Qué pasa si me encuentro un grupo de ciclistas en una rotonda? Hay que tratarlo como si fuese un vehículo más. Es el primer ciclista el que marca la preferencia del pelotón, de tal forma que hay que esperar a realizar nuestra maniobra a que pase el último si así procede. Y no olvidemos en ningún momento que este colectivo es muy vulnerable, con lo que hay que extremar más si cabe las precauciones.
