Un Porsche Cayman tan tuneado que...¡ni lo reconocerás!
El Porsche Cayman es un pequeño deportivo con unas proporciones preciosas, pero las fantasías de los propietarios, que normalmente se quedan en un papel en el que se plasman las más agresivas versiones modificadas, a veces se hacen realidad.
Es lo que encontramos en este caso. A este Cayman lo han cambiado por completo, empezando por unos pasos de rueda el doble de anchos de lo normal. Era necesario para albergar unas ruedas de unas dimensiones más propias de un dragster que de un coche de calle, con unos rodillos que podrían servir para construir carreteras más que para circular por ellas y unas llantas tan grandes, que deja el perfil del neumático muy escaso.
Pero no queda ahí. El kit se completa con un frontal de dudoso gusto del que parten unos faldones laterales que desvirtúan el diseño del coche y que se remata con un nuevo sistema de escape, un alerón diferente y más pronunciado y un estrechamiento posterior para dejar ver los desmesurados neumáticos.
Cuando uno se ha puesto con algo así, debe ser difícil detenerse, así que se le añadió una jaula interior en un discreto color verde fosforescente y asientos Recaro de competición. La guinda final fue el trabajo en la altura del coche, que ahora circula tan a ras de suelo, que debe sufrir arañazos sólo con el roce de las hojas o de las pequeñas piedras. De pasar por badenes, ni hablamos, así que como en la ciudad haya varios, el recorrido del coche por las calles debe ser bastante breve.
En definitiva, una modificación tan brutal que hace perder todo sentido al coche. Por suerte, no hemos visto el interior, pero nos tememos lo peor, ¿quizás un elegante tapizado en terciopelo estampado de leopardo? Pobre Cayman.
